Un violento altercado se produjo este miércoles por la tarde en el hospital Provincial de Rosario, donde la madre de una pequeña paciente se peleó con médicos y enfermeros y todos terminaron demorados por la policía.
El hecho tuvo lugar cerca de las 15 en la guardia de pediatría, cuando una mujer de 29 años reclamaba mayor atención para su bebé de 1, disconforme con un primer diagnóstico ante un estado febril y la derivación para otros estudios.
El comisario Pablo Bagli, de la seccional 2ª, donde los involucrados fueron trasladados, contó desde el móvil de Telenoche (El Tres) que ante el hecho intervino el personal del destacamento ubicado en el hospital. Dijo que la médica (43 años) denunció a la madre de la nena por rasguños y otras lesiones leves, mientras que la otra joven también reportó golpes recibidos en medio de la pelea.
Según el parte policial, otro médico de la guardia intervino para ayudar a su colega y también fue demorado. Incluso algunos enfermeros mediaron para intentar calmar el disturbio.
“La situación ya fue resuelta y se aprestan todos a retirarse de la comisaría”, agregó el comisario en diálogo con el periodista Juan Cruz Funes cerca de las 20.30. Es que llegaron a un acuerdo de no elevar la denuncia y todo quedó allí.
En diálogo con El Tres, la mamá de la beba reconoció agresiones a la profesional. Argumentó que golpeó a la médica porque le demostró una "mala predisposición y le minimizó el caso de su hija".
El gremio en alerta
Hasta la seccional 2ª (Paraguay al 1100) también llegaron representantes del gremio Siprus, para asistir al personal médico afectado al altercado. María Fernanda Boriotti, titular del sindicato en Rosario, precisó que los incidentes se produjeron en la guardia externa pediátrica del Provincial (Alem al 1400), sección que permanecía cerrado “por lo pronto hasta mañana”, por el jueves.
“Es inadmisible”, lamentó la dirigente, y señaló que la mujer que llevó a su hija “actuó con violencia contra los profesionales porque no le gustó que la mandaran a hacer una placa”. En ese sentido, defendió el proceder de los médicos, al sostener que la beba no tenía un cuadro de salud grave a pesar de las airadas demandas de la madre.