Un hombre de 72 años, dueño de una agencia de autos, fue asesinado a balazos en la puerta de su casa, aparentemente en un intento de entradera en su casa.
El hecho ocurrió en Avellaneda 1988. Allí vivía la víctima, identificada como Héctor Villalba, junto a su mujer, que había salido a hacer compras. Era la hora del desayuno.
La versión oficial es que quiso resistir el asalto: dijeron que murió con una escopeta en sus manos.
El fiscal del caso, Rafael Coria, confirmó que hubo un forcejeo entre los homicidas y que Villalba estaba armado. Fue lo que vio la mujer de Villalba cuando volvía de hacer las compras, momento en el cual se produjo el desenlace fatal.
Varios disparos se escucharon, según contaron los vecinos. Coria explicó que la escopeta de Villalba se disparó dos veces, probablemente por efecto del forcejeo: los proyectiles impactaro en la mampostería de la casa.
Entre lágrimas, la hija dijo que le comentaron que su papá tenía dos balazos en el pecho, algo que confirmó el fiscal. Los matadores huyeron inmediatamete: corrieron hasta la esquina y se subieron a un auto, que según Coria ahora se trataba de identificar.
El fiscal dijo que para entrar habían simulado ser albañiles y que de acuerdo a la descripción de los testigos son muy jóvenes.
El hombre asesinado era dueño de una agencia de autos ubicada a metros de su casa, en la esquina de Avellaneda y Riobamba. Avellaneda Automores se llama el negocio.
La víctima era un vecino de toda la vida del barrio, que estaba absolutamente conmocionado. "Hasta cuándo van a dejar que nos sigan matando", le gritó un vecino a la policía a las 8.45 de la mañana, con el cuerpo todavía en la puerta de la casa de Avellaneda 1988.