La exposición a fuertes ruidos como el de turbinas, conciertos, tráfico de autos, aviones y trenes puede provocar daños para la salud mental y física de las personas, según un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Tras realizar varias revisiones exhaustivas de literatura académica, expertos de la OMS calificaron como “crítica” la relación entre el ruido y el desarrollo de padecimientos cardiovasculares, problemas de sueño y discapacidades cognitiva y auditiva, especialmente en niños.
Por ejemplo, una exposición al tráfico vehicular con decibeles de 59.3 aumenta un 5% el riesgo de arterioesclerosis, mientras que una exposición a 53.3 decibeles incrementa la molestia de la población en un 10%, según consignó El Espectador.
En el reporte se estima que el ruido puede propiciar hasta un mes de retraso en la capacidad de lectura y comprensión en niños, mientras que una exposición más allá de 80 decibeles durante 40 años de trabajo, con semanas laborales de 40 horas, puede derivar en discapacidad auditiva permanente.
Por otro lado, los especialistas concluyen como riesgo “importante” la relación del ruido con la calidad de vida, la salud mental y el desarrollo de enfermedades metabólicas como la obesidad o la diabetes tipo 2.