La enfermedad de Parkinson puede comenzar en el intestino y extenderse al cerebro a través del nervio vago, según un estudio publicado en Neurology, la revista médica de la Academia Americana de Neurología y comunicado en el portal 20minutos.

El nervio vago se extiende desde el tronco encefálico hasta el abdomen y controla los procesos inconscientes del cuerpo como la frecuencia cardiaca y la digestión de los alimentos. El estudio preliminar examinó a las personas que se sometieron a cirugía de resección, eliminando el tronco principal o las ramas del nervio vago y la cirugía, llamada vagotomía, se utiliza para las personas con úlceras.

Después de ajustar por factores como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la diabetes, la artritis y otras enfermedades, los investigadores encontraron que las personas que tenían una vagotomía troncular al menos cinco años antes presentaban un 40 % menos de probabilidades de desarrollar enfermedad de Parkinson que aquellas que no estaban intervenidos con esa cirugá y habían sido seguidos durante al menos cinco años.

"Estos resultados proporcionan evidencia preliminar de que la enfermedad de Parkinson puede comenzar en el intestino (afirma el autor del estudio Bojing Liu, del Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia). Otras pruebas de esta hipótesis es que las personas con enfermedad de Parkinson a menudo tienen problemas gastrointestinales como estreñimiento, que puede comenzar décadas antes de que desarrollen la enfermedad".

"Además, otros estudios han demostrado que las personas que más tarde desarrollarán la enfermedad de Parkinson tienen una proteína en sus intestinos que se cree que juegan un papel clave en la enfermedad de Parkinson", añade. La teoría es que estas proteínas pueden doblarse de forma equivocada y propagar ese error de célula a célula.

"Se necesita mucha más investigación para probar esta teoría y para ayudarnos a entender el papel que esto puede jugar en el desarrollo del párkinson", señala Liu.

Además, como el párkinson es un síndrome, puede haber múltiples causas y vías. Aunque el estudio fue grande, Liu señala la limitación por el pequeño número en ciertos subgrupos de pacientes. Además, los investigadores no pudieron controlar todos los factores potenciales que podrían afectar al riesgo de la enfermedad de Parkinson, como el tabaquismo, el consumo de café o la genética.