Por su sabor, porque se le atribuyen propiedades saludables, y porque -se dice- ayuda adelgazar, cada vez más gente toma té verde. Si bien en principio es una bebida inocua, está apareciendo indicios que revelan que su consumo excesivo puede ser perjudicial para la salud.
Un estudio canadiense de 2017 estableció un vínculo entre el consumo excesivo de suplementos de té verde y ciertos daños en hígado y riñones. A esto se suma que recientemente, la BBC informó del caso de un paciente que necesitó un trasplante de hígado por problemas de salud provocados por el consumo en grandes cantidades de dicho suplemento, según consignó Quo.
Es por eso que se incrementaron las investigaciones de los componentes del té verde, y pese a que todavía no se encontró al supuesto responsable de estos males, se estima que podría ser un antioxidante llamado catequina. Ocurre que el mismo es tóxico, aunque si se consume con moderación no debería provocar daños en el organismo.
No obstante, los investigadores creen que puede haber personas más sensibles a ella que otras. Más allá de esto, aclaran que no se debe entrar en pánico y siempre que no se supere la dosis de 800 miligramos diarios, se evitará todo tipo de inconvenientes.