La comunidad internacional consideró "inaceptable", "violatorio de las resoluciones de la ONU" y "una provocación" al condenar enérgicamente al nuevo ensayo nuclear realizado este domingo por Corea del Norte, un movimiento que agrava la ya de por sí tensa situación en la península coreana.
El nuevo ensayo nuclear norcoreano con una bomba de hidrógeno tuvo una potencia estimada de unos 100 kilotones, lo que equivale al quíntuple que el anterior test llevado a cabo hace un año por el gobierno de Pyongyang, sostuvo hoy el gobierno surcoreano.
Apenas unos minutos después de que las autoridades de Pyongyang confirmaran la realización de su sexta prueba nuclear, el responsable de la Seguridad Nacional de Corea del Sur, Chung Eui-yong, y su homólogo estadounidense, el teniente general H.R. McMaster, analizaron durante más de veinte minutos por teléfono la respuesta al ensayo.
Corea del Sur y Japón fueron los primeros en informar sobre el sexto ensayo del gobierno comunista, luego de que sus centros de control de terremotos registraran un temblor del 6,3 en la escala de Richter.
Minutos después de la confirmación, el presidente surcoreano, Moon Jae-in, reunió de urgencia al Consejo Nacional de Seguridad y afirmó que "nunca permitirá a Corea del Norte continuar avanzando con sus tecnologías nuclear y de misiles".
Moon también llamó a "imponer las sanciones más graves posibles" por parte del Consejo de Seguridad Nacional de Naciones Unidas para incrementar el aislamiento del régimen que lidera Kim Jong-un.
Por su parte, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, afirmó que el nuevo test nuclear supone "una grave e inmediata amenaza de seguridad" que "incrementa aún más el peligro del régimen" y "menoscaba seriamente a la paz y a la seguridad en la región".
"Consideramos completamente intolerable que Corea del Norte haya hecho un test nuclear después de que el Consejo de Seguridad de la ONU haya condenado enérgicamente sus continuos lanzamientos de misiles balísticos durante este año", señaló Abe en un comunicado.
Japón y Corea del Sur son los principales aliados de Estados Unidos en la región, y fueron protagonistas durante los últimos meses de maniobras militares en la región surgidas como respuesta a los reiterados ensayos de misiles por parte de Pyongyang.
En ocasión de la apertura de la cumbre de potencias emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), el presidente de China, Xi Jinping, evitó referirse a la situación con Corea del Norte, aunque casi simultáneamente la Cancillería china emitió una enérgica condena al gobierno de Pyongyang.
Beijing pidió a Corea del Norte que respete las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, "deje de tomar decisiones equivocadas" y vuelva "de forma real al camino del diálogo".
Rusia, por su parte, consideró que el ultimo test norcoreano es "una seria amenaza para el mundo", e insistió en que todas las partes implicadas en el conflicto en la península coreana deben volver conversar.
"Seguir en esta línea puede tener serias consecuencias para la propia Corea del Norte", añadió la Cancillería rusa a través de un comunicado.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, exigió al régimen de Kim Jong-un poner fin "de inmediato" a todas sus actividades nucleares y de misiles balísticos "de forma completa, verificable e irreversible", y le pidió reanudar el diálogo con la comunidad internacional.
Stoltenberg destacó la preocupación de la Alianza por el "patrón de comportamiento desestabilizador que supone una amenaza para la seguridad regional e internacional".
"El anunciado ensayo es una clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Insto a Corea del Norte a cumplir plenamente con sus obligaciones internacionales" sentenció Paulina Franceschi, presidenta de la comisión preparatoria de la Organización del Tratado de Prohibición Total de Ensayos Nucleares (CTBTO, en sus siglas en inglés).
"El anunciado ensayo es una clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Insto a Corea del Norte a cumplir plenamente con sus obligaciones internacionales", agregó la representante de Panamá.
"El evento de hoy es una razón más por la que el Tratado debe entrar en vigor lo antes posible. Insto a todas las naciones a hacer todo lo que puedan para alcanzar este objetivo", concluyó la embajadora panameña.
Corea del Norte había llevado a cabo cinco ensayos nucleares hasta la fecha, de los cuales los dos últimos tuvieron lugar en enero y septiembre de 2016.