Aprender a redactar correctamente es clave tanto en la vida académica como profesional. Escribir es un arte en el que cada uno le aporta una impronta muy personal, pero que en todos los casos no puede descuidar ciertas cuestiones básicas para que el resultado final sea un texto claro, conciso y profundo.
El sitio Formación y Estudios dio una serie de consejos para lograrlo:
Borrador: allí podés volcar una síntesis de las ideas principales que contendrá el texto definitivo.
Tema de la redacción: te permite estructurar el contenido tomando como hilo conductor ese núcleo central. Cuanto más acotado está el tema de una redacción, más cómodo te sentirás al escribir.
Estructura de la redacción: cada composición es única e irrepetible y apela a tu propia creatividad, no obstante existe una línea estructural que puede servirte de base para dar un orden a tu trabajo: introducción (encabezamiento al tema principal), desarrollo y cierre.
Usá sinónimos: para evitar la repetición de los mismos conceptos, es recomendable buscar online o en un libro de sinónimos otras palabras que quieran decir lo mismo, pero que enriquecerán el texto con mayor variedad de términos. Finalizado el artículo, se debe repasar y subraya aquellos términos que te resultan repetitivos para buscarle reemplazo.
Cuidá la ortografía y los signos de puntuación: tener errores de este estilo le quitan seriedad al escrito, distraen la atención del lector y hasta pueden cambiar por completo el sentido de la frase. Hacer uso de los correctores de los procesadores de texto sirve de ayuda, pero después hay que hacer una revisión manual por las dudas.
Elegí un lugar cómodo para escribir: no se puede dejar la escritura a la improvisación de la inspiración. El trabajo es el mejor método para escribir una buena redacción, y para eso hay que elegir un lugar cómodo con buena iluminación.
No abusar de adjetivos: la adjetivación aporta precisión en la descripción si se usa en su justa medida. Caso contrario, termina saturando.
Frases breves y párrafos cortos: desde el punto de vista visual, la presentación del texto refuerza el atractivo, siendo una buena invitación para la lectura. Para ordenar la información, es recomendable priorizar el uso de párrafos breves y frases cortas.
Cómo escribir: preguntate qué querés expresar y cómo te gustaría decirlo. El valor final de una redacción muestra la perfecta vinculación del todo y las partes. Sin embargo, existen apartados especialmente significativos como el inicio, clave para que el lector siga leyendo, y la despedida, que es lo último que se recuerda.