El allanamiento de este lunes en la fábrica militar de Fray Luis Beltrán –que tomó más de 12 horas– confirmó un serio descontrol en el manejo de material bélico. Gendarmería constató el faltante de millones de balas 9 mm y FAL, como así también la existencia de un depósito no declarado. El ministro de Seguridad santafesino, Maximiliano Pullaro se reunirá con el titular de Defensa Julio Martínez.
Según informó el periodista Hernán Funes de Radio 2, el operativo de este lunes fue el resultado de una denuncia radicada a mediados de marzo en el Ministerio de Defensa que alertaba sobre serias irregularidades en el manejo de las municiones. Basada en una auditoria, la presentación advertía sobre faltantes de millones de fulminantes para municiones, descontrol en los registros y almacenamiento inadecuado de elementos bélicos.
Autorizado por el juez federal Marcelo Bailaque, el fiscal federal Mario Gambacorta ordenó entonces el allanamiento y las sospechas se confirmaron.
En el operativo –ejecutado por la Unidad Especial de Procedimientos Judiciales– se detectó una faltante de 3 millones de municiones entre 9 mm y FAL y otra de 9 millones de fulminantes. Además, encontraron más municiones de las declaradas y en el fondo del predio, sin ningún tipo de medida de seguridad, un depósito no consignado en el que había morteros, gases lacrimógenos y balas.
La Justicia investiga ahora los delitos de malversación, peculado culposo y abuso de autoridad calificado. No es, sin embargo, la única causa con Fray Luis Beltrán en la mira. En febrero de 2015 había trascendido que faltaban del Batallón de Arsenales 603 miles de balas calibre 9 milímetros aunque el por entonces ministro de Defensa, Agustín Rossi, había asegurado por Radio 2 que “de Fray Luis Beltrán nunca faltó nada”. Tiempo después se ordenó el cierre del Batallón.
El Batallón es un predio hermano a la Fábrica; el primero almacenaba lo que el otro producía; y si bien las entradas son distantes, se conectan en el fondo.
Tras el nuevo allanamiento, entonces, parece crecer la hipótesis de que el desorden en la fábrica estaría vinculado con el poder de fuego de bandas criminales. Apenas dos semanas atrás, la Dirección General de Control y Prevención de Adicciones secuestró granadas antitanques con el sello de la Fábrica Militar. Con todo, por ahora no hay detenciones, solo documentación secuestrada.
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