Un momento de furia, una escena de Relatos salvajes o un conflicto propio del microcentro rosarino en días frenéticos. Un poco de todo eso se conjugó este martes cuando el conductor de un auto frenó en un semáforo de Corrientes y Tucumán y un colectivero que venía detrás lo impactó. En lugar de frenar para arreglos los papeles y el seguro, el chofer estaba apurador por seguir -en principio porque una mujer embarazada se lesionó en el interior-y decidió arrastrarlo varios metros con el vehículo pesado para seguir circulando.
“Fue una locura”, dijo Juan, el dueño del Fiat Uno rojo, a De 12 a 14 (El Tres). Según pudo reconstruir, el accidente se originó cuando él circulaba por Corrientes y al ver la luz amarilla en la esquina con Tucumán se detuvo.
Detrás suyo venía una unidad amarilla de la empresa Rosario Bus que no alcanzó a frenar y lo chocó. Cuando Juan se bajó para arreglar cuestiones del seguro con el chofer del transporte público, se topó con una persona muy alterada.
“¿Cómo vas a frenar en amarillo? Mirá lo que me hiciste hacer”, le recriminó el chofer. “Anda más despacio. Amarillo es precaución y yo freno”, le respondió Juan pero el conductor interrumpió la conversación. Lo insultó y le dijo que corra el auto para poder seguir circulando.
En ese momento, el chofer se subió al colectivo y empujó al Fiat Uno desde la parte trasera de manera que lo forzó a cruzar calle Tucumán por Corrientes. “Me dejó helado, ¿cómo puede ser? Imaginate si pasa alguien adelante”, especuló, aún conmovido, Juan a El Tres.
El joven contó que “por el impacto, unas personas se golpearon” y que, si bien él no lo sabía en ese momento, hubo algunos lesionados en el interior del colectivo.
Después, según señaló, constató que “había una persona embarazada que se golpeó la cadera y nada más que eso”. El colectivero habría actuado de esa manera impulsado por la urgencia de atender a las víctimas de esos golpes.