La Cámara de Apelaciones confirmó este jueves a la mañana la pena más grave por el homicidio culposo de Jonatan Herrera, el joven que fue baleado por policías mientras lavaba su auto en la vereda en el verano de 2015, pero redujo las sentencias de tres implicados.
La familia de la víctima, que había apelado el fallo en primera instancia por considerar exiguos los castigos, aplaudió de forma irónica la lectura de la resolución en la sala de audiencia y criticó a los jueces Javier Beltramone, Bibiana Alonso y Georgina Depetris.
Con los votos de las juezas Alonso y Depetris quedó ratificada la pena a 6 años y 6 meses de prisión para Ramiro Rosales, agente de la Policía de Acción Táctica (PAT) por el delito de homicidio culposo. Beltramone votó en disidencia al considerar que se trató de un homicidio doloso.
La Cámara además validó la absolución de Gladys Beatriz Galindo, del Comando Radioeléctrico.
En cambio, redujo las penas de Francisco Javier Rodríguez, Luis Alberto Sosa y Alejandro Jonatan Gálvez, agentes de la PAT. Esos tres policías habían sido condenados a 3 años y 8 meses por abuso de armas agravado y la Cámara lo llevó a dos años.
En los casos de Sosa y Gálvez, el tribunal rebajó la pena a dos años de ejecución condicional. En tanto, bajaron a dos años y ocho meses, también de ejecución condicional, a Rodríguez.
Los familiares habían calificado el fallo en primera instancia de “bochornoso” y este jueves manifestaron su dolor porque su apelación lejos de corregir lo que consideran una injusticia, la agravó.
El 4 de enero de 2015, Jonatan Herrera fue acribillado por policías del Comando Radioeléctrico (CRE) y de la Policía de Acción Táctica (PAT), mientras lavaba su auto en la puerta de su casa.