Una mujer que buscó durante quince años a su hija desaparecida se acaba de enterar que su hija fue enterrada como NN apenas dos días después del hecho, a quince cuadras de su casa.
La búsqueda de su hija Mariela Tasat se convirtió en lo que mantuvo viva a Luisa Olivera, según ella misma dijo.
Mariela tenía 14 años cuando desapareció. Primero, contó Olivera, la policía le decía que seguramente “se había ido con un noviecito”.
Ella siempre sospechó de un caso de trata. “Siempre lo dije y lo voy a seguir diciendo. A mi hija me la hicieron puta, no sé quién, pero la voy a buscar toda mi vida. Me tienen que matar para que deje de buscarla”, afirmó hace poco, cuando la búsqueda seguía activa.
Mariela desapareció el 7 de septiembre de 2002. La causa estuvo abierta apenas dos semanas. Después de 15 años, la Justicia reaccionó y pidió informes a los cementerios cercanos a la casa de Luisa y Mariela, en el partido bonaerense de Lanús.
Fue a partir de eso que se descubrió que Mariela fue enterrada como NN apenas dos días después de su desaparición, en el en el cementerio de Lanús.
El dato se corroboró esta semana, cuando se realizó la exhumación del cuerpo y el análisis dactiloscópico no dejó dudas: era Mariela.
Según publica Clarín, en base a la causa reabierta por la fiscal Viviana Giorgi, la menor había sido trasladada al hospital vecinal de Lanús y luego fue derivada al Fiorito de Avellaneda, donde murió a los dos días. Finalmente, fue enterrada como NN en el cementerio de Lanús, a pocas cuadras de su casa.