El último fin de semana, varios bañistas sufrieron ataques de palometas en la costa norte de Rosario y debieron ser atendidos.
Tres son los factores apuntados por Rogelio Gramajo, dirigente del Sindicato de Guardavidas de Rosario, para explicar este comportamiento: es época de desove de la especie, el río registra una bajante y un aumento en la temperatura del agua.
En diálogo con A Diario (Radio 2), Gramajo sumó una cuarta variable: el comportamiento humano.
“Es la época del año en la que la que la palometa desova y aumenta el número de ejemplares que tiene cada cardumen. Y esta época coincide con una bajante en el río”, dijo el entrevistado.
En tal sentido, explicó que un cardumen ocupa un volumen y cuando aumenta su número, se expande en la cantidad de agua que necesita. “Palometas hay todo el año, pero están en aguas más profundas”, afirmó.
En el diálogo con Ciro Seisas, Gramajo mencionó “la imprudencia de la. personas que ingresan en aguas del río Paraná en lugares no habilitados”.
A este comportamiento sumó otro: la falta de conciencia ambiental que hace que se arrojen desechos y comida al río
Gramajo destacó que “estos animales no son predadores”, pero que los tres factores estacionales y las condiciones generadas por los propios humanos aumentan las posibilidades de ser mordido por una palometa.
“Yo recuerdo haber tenido entre 22 y 23 mordeduras en dos minutos”, abundó Gramajo sobre el vínculo entre bañistas y la especie, y apuntó ”no tienen lugar a dónde huir porque están en su medio”.