Otro golpe del Estado Islámico. Esta vez en Melboourne (Australia) y cerca del hotel donde concentra la selección Argentina para el partido del viernes contra Brasil. Este lunes la policía abatió a un hombre armado que retenía a una mujer en un bloque de departamentos en el barrio de Brighton. En ese mismo edificio, los oficiales encontraron a otra persona muerta que resultó ser un empleado de nacionalidad china-australiana. El Estado Islámico se adjudicó el hecho y las autoridades australianas llamaron a estarse atentos.

Según informó EFE, el Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad de la retención a través de su agencia de noticias Amaq. “Es un ataque terrorista y subraya la necesidad de que estemos constantemente vigilantes, que nunca nos desalentemos, siempre desafiantes, ante la cara del terrorismo islamista”, dijo el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, a periodistas.

El lunes, los policías actuaron ante una alerta sobre una mujer retenida contra su voluntad en Brighton. La encontraron en manos de un hombre con quien intercambiaron algunos disparos.

El agresor fue identificado como Yacqub Khayre, un somalí de 29 años, que había estado en prisión por un robo violento en 2012 y se encontraba en libertad condicional desde noviembre pasado.

Khayre fue abatido por los oficiales pero en el tiroteo tres agentes resultaron heridos. Además hallaron el cadáver de otro hombre que habría sido asesinado por el propio Khayre.

El somalí había sido vinculado en el pasado a los planes para atacar en 2009 una base militar en Sídney, aunque fue absuelto por la justicia.

“Los incidentes de ayer (por este lunes) demuestran que la amenaza del terror es real”, dijo, por su lado, el comisionado de la Policía australiana en funciones, Michale Phelan, quien recordó que desde que se elevó la alerta terrorista a “probable” en 2014 se han registrado cinco incidentes de este tipo.