Los anticonceptivos hormonales conllevan un pequeño riesgo de cáncer de mama que dura hasta cinco años después de que se deje de tomar el medicamento, según un estudio danés.
La investigación incluyó a una población de casi 1,8 millones de mujeres menores de 50 años en Dinamarca que no tenían cáncer y no habían recibido tratamiento de fertilidad, a quienes siguieron por once años, según publicó la revista New England Journal of Medicine y reprodujo El Espectador.
El 60% de ellas usaron anticonceptivos hormonales, mientras el 40% no lo hizo. A finalizar el seguimiento, 11.517 mujeres habían recibido un diagnóstico de cáncer de mama. Los investigadores pudieron encontrar que el riesgo de contraer la enfermedad aumentó un 9% cuando el uso del anticonceptivo era menor a un año, pero llegó al 38% cuando se usó por más de 10 años.
Aunque este es un riesgo que siempre se ha mencionado en las cajas de las píldoras, se creía que con menores dosis, otros anticonceptivos hormonales o nuevos métodos, como aquellos en los que sólo se usa progesterona (y no estrógeno), el riesgo cesaría de existir. Sin embargo, el estudio deja claro que, para todos los casos, la probabilidad de cáncer de mama sigue siendo mayor.
No obstante los resultados, el médico David Hunter, del departamento de Salud Poblacional de Nuffied en la Universidad de Oxford, consideró que esto debe leerse con lupa. “Los pequeños riesgos de las píldoras deben contrastarse con sus beneficios, que incluyen no sólo la prevención de un embarazo no deseado, sino una reducción sustancial del riesgo de cáncer de ovario, endometrio y colorrectal más adelante en la vida”, dijo.