¿Contás con pocos días para preparar tu examen? Universia propone una serie de difícilmente obtengas resultados merecedores de buenas calificaciones, a continuación veremos algunas recomendaciones que te ayudarán a organizarte para estudiar y preparar tu examen de la mejor manera en el tiempo que disponés.
1. Averiguar cómo será el examen
Conocer el formato de la prueba es fundamental para conseguir ejemplos similares que te permitan simular la instancia real del examen. Estudiar para un formato múltiple opción requiere que aprendas detalles y palabras clave, mientras que las habilidades implicadas en un ensayo solo se adquieren construyendo argumentos y redactando sus evidencias.
Las preguntas de respuestas cortas se estudian repasando datos concretos que puedas explicar en dos líneas y para aquellas en que desarrollás un tema, lo ideal es practicar esquemas a partir de los cuales puedas explayarte.
2. Elegir y sacrificar temas
Seleccioná los temas o secciones de libros que vas a estudiar y las que dejarás de lado, cuando tenés poco tiempo la regla número uno es priorizar lo más importante. Es preferible que te aprendas algunos temas en profundidad y deseches otros en lugar de estudiar todo sin retener detalles. Solo si te queda algo de tiempo, podés repasar los aspectos cruciales de una mayor cantidad de tópicos.
3. Organizar los temas que vas a estudiar
Anotá o resaltá definiciones importantes, fórmulas, fechas y eventos que te ayuden a digerir las partes principales de los temas que decidiste incluir en tu planificación. Reuní pruebas anteriores, muestras de preguntas y ejemplos de ejercicios prácticos para dirigir tu atención no solo hacia lo que se pregunta, sino hacia la manera en que solicita una resolución.
4. Probar distintos horarios
Experimentá con los horarios de estudio para determinar cuáles te resultan más cómodos porque tu mente logra procesar un mayor volumen de información. La mañana suele ser el mejor momento para estudiar ya que estás descansado, pero la tarde y la noche dependerán de tu motivación, cansancio y esfuerzo.
5. Dedicar las horas necesarias para cada tema
La proximidad del examen genera ansiedad y la solución aparente es estudiar los temas como si se tratara de una carrera. Sin embargo, la rapidez no te ayudará a retener porque la memorización a largo plazo es un proceso que requiere práctica. Tus jornadas de estudio rendirán más si te dedicás a estudiar en profundidad algunos temas previamente jerarquizados, sin prisa por continuar con el siguiente.
6. Sentar metas
Agregá metas específicas en tu planificación de temas y horarios, de modo que tengas un objetivo claro mientras estudiás. Las metas pueden relacionarse a aprender con exactitud la fórmula de un tema específico, un concepto complejo, los puntos que componen una clasificación determinada, etcétera.
7. Administrar el tiempo
Los temas elegidos poseerán distintos grados de complejidad por lo cual el tiempo que emplearás en estudiar cada uno, deberá variar. Resultará útil si armás una tabla que defina las horas que le dedicarás a cada tema, así te esforzás por completarlo en el tiempo establecido.
8. Cambiar de lugar
Forzá las conexiones cerebrales para fortalecerlas cambiando el lugar de estudio. Acostumbrarse a un único sitio mejora la concentración pero cuando disponés de poco tiempo, lo mejor es variar para retener la información en diferentes condiciones. Procurá que los lugares elegidos sean tranquilos y distendidos.
9. Ordenar el lugar de estudio
Independientemente de si estudiás en tu escritorio, la sala de estar, el jardín, la azotea del edificio donde vivís, una plaza con poca concurrencia o la biblioteca de tu facultad, el lugar debe estar limpio y ordenado.
Asegurate de tener todos los artículos de papelería, textos y repartidos de ejercicios que necesitás, distribuyendo el espacio para que cada objeto tenga un sitio asignado al que recurrirás automáticamente mientras estás estudiando.
10. Apagar los dispositivos electrónicos
Olvidate de usar WhatsApp, Snapchat, Facebook, Twitter, Instagram y todos los programas de mensajería instantánea o redes sociales que usualmente ocupan buena parte de tu día. Durante una semana, desinstalá las aplicaciones, bloquealas o ejercé tu máxima capacidad de autocontrol para no chequearlas.
Avisá a tus amigos que no estarás disponible para que eviten comunicarse contigo mediante llamadas telefónicas o mensajes y no prendas tu computadora a menos que la necesites para estudiar.
11. Aplicar mnemotécnicas
Son técnicas de memorización que te permiten aprender secuencias complejas, fórmulas científicas o amplias clasificaciones que no pueden estudiarse de otra forma debido a su especificidad. Encontrá distintos tiempos de técnicas en nuestro ebook gratuito para alcanzar el éxito académico.
12. Incorporar información por distintas vías
A menudo repetimos que apelar a diferentes sentidos para retener información es la mejor solución para recuperarla más tarde, porque se codifica mediante varios métodos. Grabarte, filmarte, dibujar, leer, escribir, contrale a otra persona lo que estas estudiando, son algunas de las opciones para aplicar este tip.
13. Realizar autoevaluaciones
Cada vez que termines un tema poné a prueba tus conocimientos completando antiguos exámenes, sometiéndote a un cuestionario por parte de un compañero del grupo o contándole a un tercero lo que estudiaste y pidiéndole que pregunte aquello que no comprende. Las autoevaluaciones son útiles para establecer qué aspectos no quedaron claros y deben repasarse.
14. Estudiar en grupo
Incluso a pocos días del examen, la ayuda de tus compañeros será necesaria para despejar dudas y compartir sus fortalezas de modo que se potencien mutuamente. Es conveniente que estudies solo los primeros días y te unas a un grupo de estudio o formes uno los últimos dos días.
De esta forma, habrás adquirido una base antes de presentarte ante otras personas que quizá están estudiando desde hace semanas. Elaboren cuestionarios cronometrados para lidiar con la presión de contestar en un tiempo determinado, desarrollando alternativamente los roles de maestro y docente.
15. Tomar breves recreos
La cuenta regresiva sobre la recta final se torna abrumadora si no estás mentalizado para dar tu máximo esfuerzo dentro de tus posibilidades reales. Sobreexigirte solo logrará que tu mente se desborde y el día del examen se quede en blanco cuando te presenten la propuesta.
Respetá las necesidades de tu organismo permitiéndole descansar brevemente en la jornada de estudio, de modo que recargues las energías para continuar. En nuestro ebook gratuito sobre técnicas de estudio te recomendamos una serie de actividades que podés hacer en los descansos sin desengancharte lo suficiente del estudio para que sea sencillo retomarlo.
16. Contemplar las comidas y las horas de sueño
Cuando elabores tu horario, incluí las comidas y 8 horas de sueño en la planificación. Es importante que atiendas tus necesidades básicas para mantenerte saludable pero también para potenciar la capacidad de absorción de tu cerebro. Una mente alimentada y despejada rinde mucho más que si le falta energía o está fatigada.
Comer liviano en la noche e ingerir proteínas durante el día, es una dieta apropiada para un estudiante que está forzando su mente al máximo. Encontrá más tips de alimentación en nuestro ebook gratuito sobre técnicas de estudio.
17. Combatir la ansiedad del día anterior al examen
Normalmente el día anterior y los minutos previos a la evaluación nos sentimos inquietos o estresados. Si bien la ansiedad depende de tu control mental, existen pequeñas acciones que podés aplicar para evitar distracciones o problemas adicionales.
Por ejemplo, no ingerir alimentos las dos horas previas al examen por si los nervios atacan tu estómago ni bebidas con cafeína que alteren tu organismo. La vestimenta deberá ser cómoda, los lápices, las gomas y las lapiceras que utilices estarán en perfecto estado y la concentración estará en tu hoja, no en el rasgueo que producen los demás cuando escriben.
18. Segmentar el examen
Apenas te entreguen la propuesta realizá un escaneo rápido con la vista para dividirla en secciones según grado de dificultad, que estará asociado con los conocimientos que tienes sobre los temas. Tratá de establecer qué partes te llevarán más tiempo y anotá cuántos minutos le destinarás. Luego, leé las instrucciones con detenimientos subrayando las palabras clave que te dan pistas de cómo resolver el planteo.
19. Confiar en vos
Arrepentirse de no haber comenzado a estudiar antes no te ayudará en este punto. Ya estás en el partido y tenés que jugar, así que confiá en tus capacidades y esforzate al máximo para lograr los mejores resultados que puedas. Es altamente probable que la calificación diste de ser excelente, pero si lograste organizarte tenés chances de aprobar el examen.
20. Prever la situación
La próxima vez que tengas un examen, evitá el gigantesco sacrifico que supone estudiar una semana antes y prepararlo con tiempo. Existen muchas maneras de estudiar regularmente sin interferir con otras actividades y facilitar el estudio cuando tengas una evaluación, porque habrás adquirido los conocimientos base que necesitabas. Cuidar tu promedio acumulado significa mejores oportunidades laborales y posibilidades de obtener becas.