La anticoncepción subdérmica es uno de los métodos más nuevos de los que incluye el Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable del Ministerio de Salud de la Nación. Los implantes subdérmicos de etonorgestrel comenzaron a distribuirse en los efectores públicos de Santa Fe y de 9 provincias más, a mediados de 2014 y desde entonces, su demanda va en crecimiento.

“Al comienzo, este método estaba dirigido a adolescentes de 15 a 19 años que hubieran tenido por lo menos un evento obstétrico. Por lo tanto, estaba destinado a contribuir a la disminución de los embarazos en adolescentes.

Luego, al incluirse en la canasta de métodos anticonceptivos del Programa, automáticamente pasó al Programa Médico Obligatorio (PMO) que tiene alcance en obras sociales y prepagas”, explicó en diálogo con el programa A la Vuelta (Radio 2), el coordinador de Salud Sexual de la Secretaría de Salud Pública de la Municipalidad de Rosario, Daniel Teppaz.

Los implantes se aplican en todos los efectores de Salud del Sistema Público municipal y provincial, principalmente en Centros de Salud y Maternidades. La mujer interesada en recibirlo no necesita de ningún trámite para su colocación, más que la consulta con un profesional de la salud. 

Relación costo beneficio

Los anticonceptivos subdérmicos son gratuitos para las pacientes que reciben atención médica en los efectores públicos de Salud y bajo ningún concepto las mujeres deben abonar suma alguna por su aplicación.

Los anticonceptivos subdérmicos son gratuitos para las pacientes que reciben atención médica en los efectores públicos de Salud.

En relación con el costo que significa para el Estado su cobertura, Teppaz analiza que “el costo unitario de cada dispositivo es alto, pero si se tiene en cuenta la duración del efecto anticonceptivo de 3 años, la baja tasa de embarazos con su uso y los beneficios que proporciona al evitar embarazos no deseados, se deduce que es un método altamente eficiente y eficaz”, explica el especialista y aclara que “si bien evita embarazos no deseados, no protege de Infeciones de transmisión sexual (ITS) por lo que se recomienda el uso de preservativos en todas las relaciones sexuales, así como barreras de látex para prevenirlas”.

Una tendencia que crece

Desde Salud municipal informan que en los efectores públicos de Rosario se colocan 360 dispositivos al año –aproximadamente 30 al mes– y si bien en el comienzo estaban destinadon a adolescentes, ya no se destinan exclusivamente a esa franja etaria, aunque se privilegia la entrega a las mismas.

Las pacientes hasta 13 años requieren autorización de un adulto responsable para solicitar su colocación; pero su uso, en general, es en edades mayores.

Sobre una muestra de 142 casos observados: 21 dispositivos fueron colocados a adolescentes de 13 a 16 años; 30 a la franja de 17 a 19; 36 a la comprendida entre 20 y 22 años; 18 a mujeres entre 23 y 25 años; 16 a las comprendidas en la franja de 26 a 28 años; 14 a mujeres de 29 a 35, y sólo 7 a las de 35 años y más.

La distribución de edades en una muestra de 142 casos observados, durante 2017. (Fuente: Secretaría de Salud, Municipalidad de Rosario)

Según señaló el profesional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda este tipo de implantes subdérmicos para prevenir el embarazo adolescente porque “es un método que no requiere de la vigilancia de la mujer (como las pastillas que se debe recordar tomar a diario). Otra ventaja es que su efecto no se ve influenciado por medicaciones y tampoco disminuye su eficacia en caso de que la mujer experimente diarrea o vómitos por alguna causa. Es de larga duración y no requiere ser cambiado, hasta 3 años de su colocación”.

¿Quiénes pueden usarlo?

El método de anticoncepción subdérmico puede ser usado por casi todas las mujeres, y es en la consulta con profesionales de la salud donde se definen los criterios. La elección depende de las preferencias de la mujer, la confianza y la comodidad. Puede utilizarse en el post parto y en mujeres que están dando de mamar. Igualmente, siempre debe existir una evaluación médica previa y la consecuente aplicación por profesionales, así como su suspensión y extracción que también depende de la intervención profesional.

Según la Guía Nacional, luego de la colocación, no requiere demasiada atención de la mujer. Su colocación es sencilla y se puede retirar cuando la mujer lo decida, independientemente del tiempo que lleve colocado.

Si luego de tres años, la mujer decide continuar con el método, puede hacerlo. Puede cambiar de anticonceptivo cuando lo decida, y si desea embarazo, puede suspenderlo y recupera la fertilidad rápidamente.

Entre las desventajas, se consignan: cefaleas, mareos, distención abdominal e irregularidades menstruales.

Está contraindicado en mujeres con: migraña, trombosis venosa en el momento de la colocación, cáncer de mama, problemas hepáticos y algunas enfermedades reumáticas, entre otras.

La efectividad de los implantes disponibles en Argentina, es de tres años y su eficacia no disminuye con el transcurso del tiempo. Se recomienda controlarlos una vez al año o en caso de que se presente algún inconveniente o duda.