Historias en primera persona. "Según mi partida de nacimiento y los relatos de mi familia adoptiva, nací en Rosario el 23 de agosto de 1958 a las 9 de la mañana. Mi madre decía que había nacido en una clínica de calle Mendoza al 1500, puede haber sido la Maternidad Santa María. En esa cuadra también estaba por aquel entonces el Sanatorio Rawson", relató Alejandra sabiendo que se trata tal vez sólo de presunciones. Sin embargo, aclaró que "alguno de estos datos puede ser cierto, por eso los detallo". "Mis padres adoptivos vivían en la ciudad de San Lorenzo, ahí me llevaron a vivir, y residí en San Lorenzo hasta los 13 años. Luego me trajeron a vivir a Rosario, lugar donde actualmente continúo viviendo", relató.
El caso de Alejandra es como el de muchos, que luego de una vida armada y construida se enteran que sus raíces biológicas no están en la familia que se criaron. "A los 32 años, me entero que soy adoptada, y entonces mi primera reacción fue salir a buscar. Mi madre del corazón ya estaba fallecida. Y mi padre, a quien tanto amé –y se cuanto él me amaba–, se encontraba viejito y lo único importante que tenia en la vida eran sus nietos (mis hijos) y yo. Así que decidí callar y nunca supo él que yo sabía", detalló y siguió su relato contando con detalle el sufrimiento e impotencia ante la pocas respuestas que iba encontrando.
"Busqué desesperadamente y la sensación de que ¨todos siempre lo supieron¨, fue el primer durísimo golpe que me mostraba la realidad. Así llegué a contactarme con un doctor, el me preguntó si había sido feliz, o si tenía un problema de salud. Viendo que todo estaba bien, me respondió que era imposible saber, que eran chicas jóvenes, que daban a sus bebés por alguna razón y que no quedaban rastros. Yo tenía una foto de la fiesta de mi bautismo y mi lógica me decía que el tenía que recordar mi caso, si yo nací el 23 de agosto y el bautismo fue el 8 de diciembre, a que fue él a esa fiesta un sábado a la noche, a 30 kilómetros de Rosario. El miró la foto y dijo -Gladys, cuantos años! Si, Elda Gladys, la partera que lo había acompañado al festejo!. Entonces la busqué a ella, vivía en Dorrego y Pasco, también fue en vano, me dijo no recordar nada. Me dijo que al doctor lo había dejado de ver hacía años. Que era imposible rastrear. Y me quedé con eso, y seguí viviendo", expresó casi con la resignación de quién no logra avanzar más allá de los esfierzos.
"Hoy tengo casi 55 años, pasaron 23 desde todo este relato. Aprendí a vivir con esto, mi única familia que se me parece son mis hijos. Algunas cuestiones de salud no tienen explicación porque no sé nada de mi genética. Cuando voy a un médico y me pregunta ¿Antecedentes familiares? Sólo respondo, no se, soy adoptada. No me voy a poner a explicar cosas de la vida que tuve, porque no tiene nada que ver con lo que busco, mi origen biológico un derecho que todos los seres humanos tenemos, una identidad que no fue, y que se construyó desde otro lugar, como se pudo, y con la serenidad que me han dado los años para aceptar todo esto".
"Nunca fui tan clara, ésta es la primera vez que me atrevo a contar de manera pública toda mi historia, por primera vez siento que debo pensar en mí" y agregó: "Tal vez en algún lugar de Rosario o cercano, o no tanto, alguien también me esté buscando hace años, o tal vez no, o tal vez a mi madre biológica le dijeron que su bebé nació muerto o murió poco después de haber nacido. Por eso me voy a permitir volver a intentar llevar adelante esta búsqueda", confesó Alejandra.