Agentes especializados de la Dirección General de Aduanas apostados en el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, en Ezeiza, detectaron el ingreso ilegal de más de 1.000 habanos que eran transportados por pasajeros de vuelos procedentes de Panamá y Cuba.
A su vez, el ingreso de esta clase de mercancía al territorio nacional con fines de comercialización requiere la intervención previa del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). Dichos avales no pudieron ser exhibidos por los viajeros en cuestión, lo cual supone un agravante adicional.
Cuando los viajeros se presentaron en el control de la Aduana, el personal del organismo realizó la inspección habitual de las maletas a través del escáner aduanero, un método no intrusivo de control.
El resultado fueron imágenes sospechosas de las valijas de cuatro pasajeros. Dada esta situación, los agentes procedieron a la inspección física de cada equipaje y, al abrir las maletas, encontraron 1.286 habanos escondidos entre sus pertenencias. Dada la cantidad, se presume que la mercadería tendría fines comerciales.
El personal de la Aduana secuestró la carga, de un valor estimado de USD 5.468, por tratarse de una transgresión al artículo 977 del Código Aduanero. La multa por la infracción podría alcanzar un máximo de $4.839.622.