La calidad del agua en el río Sena, anunciado como el escenario para las pruebas de aguas abiertas en los Juegos Olímpicos de París 2024, sigue siendo un problema para los organizadores del evento. Los primeros entrenamientos programados para este domingo tuvieron que ser suspendidos debido a que las mediciones de bacterias concentradas en el agua arrojaron malos resultados.
El Comité de Organización de los Juegos Olímpicos, junto a la Federación Internacional de Triatlón y las autoridades locales, decidieron aplazar estos entrenamientos y explicaron que debido a las lluvias del viernes y el sábado los "niveles de agua no presentaban las garantías suficientes".
En el comunicado oficial no se especificaron los niveles exactos medidos de bacterias E.Coli y enterococos, aunque la conclusión fue que no garantizaban las condiciones necesarias para los entrenamientos en el río previos a las pruebas de triatlón y natación en aguas abiertas.
En el caso del triatlón, la prueba masculina está prevista para el martes 30 de julio, mientras que el miércoles 31 tendrá lugar la prueba femenina. Por otra parte, el día 5 se desarrollará el relevo mixto.
En tanto, la prueba femenina de maratón de aguas abiertas será el 31 de julio, y la masculina el 5 de agosto.
El desafío de dejar el río Sena en óptimas condiciones para la cita olímpica fue prioridad para las autoridades francesas, que invirtieron cerca de 1.400 millones de euros desde 2016 para mejorar la calidad del agua y que fuera posible habilitar los baños para el verano de 2025 en el tramo del río que atraviesa París, algo que no es posible desde hace un siglo.
Las condiciones meteorológicas representan un condicionante para el estado del río, dado que las lluvias intensas pueden arrastrar contaminantes y elevar así los niveles de bacterias y otros elementos nocivos.
El pasado 17 de julio, la alcaldesa de París Anne Hidalgo se bañó delante de las cámaras y de decenas de periodistas junto al responsable del Comité Organizador de los Juegos de París 2024, Tony Estanguet, y del prefecto (delegado del Gobierno) en la región Ile de France, para mostrar que el Sena estaba listo para la competencia.
Sin embargo, el viernes se supo que el agua no cumplía las condiciones mínimas de salubridad de acuerdo con los criterios que habían establecido las autoridades sanitarias el año pasado.