Germán Bussanich, padre de Bruno, el joven asesinado el sábado en una estación de servicios de zona oeste, cuestionó duramente este jueves las políticas de seguridad implementadas desde las diferentes esferas del Estado que desembocaron en la ola de terrorismo urbano que se cobró la vida de su hijo.
“Alguien tienen que hacer algo, están manejando las cosas muy mal. Antes era la guerra entre ellos –por las bandas narco–; cuando empezaron con este sistema Bukele –en las cárceles–, los que pagamos los platos rotos somos nosotros. Porque se la agarraron con la gente, con los taxistas, con el colectivero, con mi hijo... le puede tocar a cualquiera”, reflexionó en diálogo con De 12 a 14 (El Tres).
En esa línea, pidió “que empiecen a hacer las cosas como corresponde para que no la siga ligando gente que no tiene nada que ver”. “A las cosas hay que pensarlas antes de hacerlas, eso se lo digo a la ministra”, señaló en relación a Patricia Bullrich.
Aseguró también que nadie del Estado se comunicó con él luego del crimen de su hijo y que no tiene demasiada información sobre el avance de la causa. “Sólo lo que saben ustedes –en referencia a los periodistas–, que están esperando dar con el autor del hecho”, puntualizó el papá de Bruno.
Habló de la liberación reciente de dos jóvenes demorados en allanamientos (“si no son, no son”) y pidió a aquellas personas que puedan saber algo sobre los responsables del atroz asesinato del playero “que no tengan miedo” y recordó la recompensa de 10 millones de pesos. “Fiscalía me aseguró que no se va a revelar la identidad del testigo. Cualquier dato que tengan es muy válido”, sostuvo.
Finalmente, contó que había advertido a su hijo que se cuidara en su trabajo nocturno luego de los crímenes de dos taxistas y un chofer dela línea K pero admitió que lo que le sucedió “es impredecible”. “Le había dicho que tuvieran cuidado, que estuvieran muy atentos, pero uno está trabajando y no puede estar todo el tiempo pendiente de lo que puede venir; eso no se podía prevenir”, cerró.