Miguel Ángel Oliva es, desde este miércoles, el nuevo jefe de la policía Provincial. En contacto con Radio 2, dijo que trabajará desde la Unidad Regional II, es decir desde Rosario y prometió una “reestructuración policial muy a fondo” para lograr “efectividad y agilidad”. Aseguró que no tolerará “zonas liberadas” y coincidió con el nuevo ministro de Seguridad, Rubén Rimoldi, sobre un desguace de la institución que fragmentó a la fuerza policial en muchas áreas y dejó vacías las calles de su presencia.
En diálogo con el programa Radiópolis, y en línea con el ministro Rimoldi, Oliva señaló una gran fragmentación de la Policía en distintas áreas y equipos, y por eso aseguró que buscará “una reestructuración policial muy a fondo” para “lograr efectividad y agilidad”.
A su entender, es necesario “reagrupar la Policía y hacer una nueva distribución con el objetivo de que la gente note la presencia policial”. Dijo que ya pidió el listado de personal, que le hubiera gustado implementar este cambio “ayer”, pero que ya “el lunes a más tardar” definirá y aumentará la presenta policial. “Va a ser paulatina, pero va a ser, se va a notar”, prometió, pero aclaró: “Tampoco un policía en cada esquina, porque eso tampoco es bueno”.
Para Oliva, la violencia en Rosario se explica, en parte, justamente por esa ausencia de agentes en la calle que se suma a una proliferación de armas ilegales y por ende, de delitos.
“Hoy la gente no nota eso”, señaló. Su intención, continuó es que las fuerzas federales en la ciudad como la Policía Federal y Gendarmería, sean complementos al trabajo de la fuerza santafesina y no al revés.
También indicó, entre sus objetivos, mejorar el bienestar de los policías en tanto trabajadores y apartar al que se aleje de los lineamientos. “No voy a permitir zonas liberadas”, aseveró sobre lugares donde deliberadamente se ausentarían los agentes para “dejar delinquir”.