La Oficina de Conservación de Recursos Naturales de Sulawesi Central de Indonesia, tuvo que cancelar su llamado público, por muchos interpretado como un verdadero desafío, a voluntarios dispuestos a socorrer a un cocodrilo salvaje cuya vida está en peligro por tener atascado en torno al cuello un neumático que podría asfixiarlo.

Más que un llamado, se trató de un reto o concurso, y fue organizado porque el animal, que ya mide cuatro metros de largo, no ha cesado de crecer desde que hace cuatro años atascara su cabeza en el neumático y en cualquier momento podría quedar estrangulado.

Según publicó RT, tras el fracaso de sucesivos intentos de liberarlo, por parte de agentes de esa oficina y de conservacionistas, se recurrió a la oferta de una recompensa para la persona que se atreviera a acometer la tarea, pero el reto no atrajo a nadie. 

Ahora el citado despacho se propone reunir un equipo especial con la ayuda del Ministerio de Medioambiente y Forestación.

"No vamos a rendirnos. Hemos preparado instrumental para el equipo", comentó a los periodistas Hasmuni Hasmar, el jefe de esa oficina, pero sin dar pistas acerca de las técnicas que piensan implementar los especialistas para liberar al reptil.