De a poco va mejorando la salud de la perrita que fue baleada este miércoles en un ataque a disparos de arma de fuego contra una vivienda del barrio Rucci de Rosario. La bala quedó alojada en la cadera del animal, pero por fortuna no lesionó organos vitales. El tema es que sus dueños, para aliviarla, le dieron dos pastillas de ibuprofeno, que es un medicamento considerado tóxico para los perros.
Julieta, una de las veterinarias que atendió a la perra baleada, actualizó el cuadro de la mascota este jueves en De 12 a 14 (El Tres): “La trajeron ayer dos agentes de la Policía Ecológica; llegó muy dolorida, asustada, no se dejaba revisar”, dijo la joven profesional.
“Le tuvimos que poner un bozal, la sedamos y le hicimos las radiografías. Por suerte se vio que la bala estaba alojada en los músculos de la zona de la cadera y no comprometía ningún órgano vital”, señaló la veterinaria.
Y precisó que “se decidió que la bala va a ser encapsulada y va a quedar alojada en ese lugar”. Luego comentó que “con antibióticos y analgésicos ella va a poder salir adelante”.
Luego, Julieta contó cuál es el otro inconveniente que se presentó en el cuadro de salud de la parrita: “El problema fue que los dueños le dieron dos pastillas de ibuprofeno, que es un medicamento que es tóxico para los perros. Por eso ahora la tenemos en observación”, dijo.
Y después enfatizó: “No hay que darle ibuprofeno a los perros, porque le puede dejar secuelas muy graves”.
La veterinaria confió que la perrita “hoy ya está parada, nos mira, tomó agua”.
“El próximo paso es que se termine de recuperar para que pueda tener un nuevo hogar, se está viendo si vuelve al hogar en el que estaba o si va a otra familia”, finalizó.