Mientras investigadores de todo el mundo trabajan para encontrar un tratamiento o vacuna eficaz contra el coronavirus, se lanzó un nuevo estudio para determinar si el poder de la oración ayuda a curar a los pacientes con covid-19.

El cardiólogo Dhanunjaya Lakkireddy, director médico del Instituto de Ritmo Cardíaco de Kansas City, Estados Unidos, anunció el comienzo de un ensayo clínico descrito como "el primer estudio de control aleatorio doble ciego, multinacional, multilingüe y global" para descubrir si algo llamado "oración intercesora remota" mejora los resultados de los contagiados por el SARS-CoV-2.

El estudio, que durará cuatro meses, involucra a 1.000 pacientes con coronavirus que están en cuidados intensivos. Serán divididos en dos grupos de 500.

Si bien no se cambiará la atención estándar prescrita para los enfermos, la mitad de los pacientes seleccionados al azar recibirán oraciones de cinco diferentes confesiones religiosas (cristianismo, hinduismo, islam, judaísmo y budismo), mientras que los otros 500 no. Ninguno de los grupos sabrá acerca de las oraciones.

Según el medio, el estudio medirá el progreso al monitorear la salud de los órganos de cada paciente, la necesidad de ventilación de los pulmones y la tasa de sobrevivencia, según publicó RT.

Lakkireddy afirmó que todos los miembros de su equipo de investigación "creen en la ciencia" pero también creen en la fe. "Si hay un poder sobrenatural, en el que muchos de nosotros creemos, ¿ese poder de oración e intervención divina cambiaría los resultados de manera concertada? Esa fue nuestra pregunta", explicó el cardiólogo.

"Creo en el poder de todas las religiones. Creo que si creemos en las maravillas de Dios y el bien universal de cualquier religión, entonces debemos combinar las manos y unir las fuerzas de cada una de estas religiones por la única causa de salvar a la humanidad de esta pandemia", destacó Lakkireddy.

"Ningún efecto científicamente discernible"

Esta no es la primera vez que se estudia el poder de la oración en relación con la curación de pacientes. Mientras que algunos estudios clínicos previos, citados como referencias por Lakkireddy, registraron una mejora mínima, otros no revelaron "ningún efecto científicamente discernible".

Así, el estudio de 2006, publicado en American Heart Journal y calificado por The New York Times como "la investigación más rigurosa científicamente de si la oración puede curar enfermedades", incluyó a 1.800 pacientes y mostró que "las oraciones ofrecidas por extraños no tuvieron ningún efecto en la recuperación de personas que se sometieron a cirugías cardíacas".