Las demoradas y prometidas obras de restauración del Monumento a la Bandera están virtualmente suspendidas y la licitación está a punto de caerse. Así lo confirmó este jueves el intendente Pablo Javkin, quien igual confía que las gestiones de emergencia que está realizando el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, puedan evitar un nuevo fracaso en la licitación.
El problema surge porque las dos ofertas que se presentaron para la licitación pasaron presupuestos muy por encima de los pautado en el pliego y al superar el doble de lo presupuesto, por normativa, el gobierno no puede adjudicarlas. Que los constructores pasen ofertas tan altas se debe a la alta inflación y a que los mecanismos de actualización de precios a los contratistas corren muy por detrás del aumento permanente de costos. Sobre todo porque desde la confección del presupuesto en las oficinas públicas hasta la ejecución pasa un período de al menos 6 meses y con el ritmo inflacionario todos los precios quedan desactualizados antes de salir al ruedo.
La única forma, entonces, que tienen los oferentes para no quedar descalzados financieramente al tomar las obras es pasar, de movida, precios más caros. Y esto es algo que se viene registrando de manera permanente en todas las licitaciones tanto nacionales, locales como provinciales.
En la refacción del Monumento el tema es que la licitación arrastra varios fracasos por la ausencia de ofertas. Es más, sino fuera por la presión de las autoridades locales, la última licitación no se hubiese realizado a la espera de una estabilización de los precios. Incluso, las autoridades "militaron" mucho entre los constructores para que se presenten ofertas.
En un contexto de total hermetismo, el pasado 13 de julio se publicó en el Boletín Oficial el llamado a licitación y esa misma semana se oficializó el pliego con el detalle de las obras a realizarse. En su momento, desde el Ejecutivo nacional explicaron que la decisión de no mediatizar el llamado a licitación tenía que ver con que les parecía “poco prudente” hacerlo teniendo en cuenta que la obra en cuestión fue “tan manoseada” durante la gestión anterior.
Pero finalmente el lunes 26 de septiembre, se cumplió el plazo previsto para que las empresas presentaran sus propuestas y se abrieron los sobres. En total aparecieron dos firmas interesadas en encarar el plan de restauración.
Por un lado está la firma rosarina DyScon S.A. cuyo titular, Mariano Schor es el presidente de la delegación local de la Cámara Argentina de la Construcción. En tanto que por el otro lado la empresa que competirá por quedarse con el contrato es Cocivial, oriunda de San Nicolás.
En ambos casos, las propuestas presentadas superan ampliamente el presupuesto de 527.441.563,13 pesos que Nación había previsto dos meses atrás para realizar la obra. En lo económico, DyScon corre con una pequeña ventaja ya que su propuesta, $967.531.342,30, es inferior a los $1.024.202.864,95 que pidió la firma bonaerense para llevar adelante la obra.