A una hora del inicio del partido entre Rosario Central y Huracán, las luces del estadio seguían sin encenderse del todo. La pregunta sobre los motivos circulaba en el aire, hasta que apareció por el túnel la familia de Ivana Garcilazo, la chicha asesinada en Lagos y Pellegrini tras el clásico rosarino del sábado pasado.
Los integrantes de la familia recorrieron el perímetro del Gigante de Arroyito con un cartel en el que se pedía justicia por Ivana. Un cálido y respetuoso aplauso bajó desde los cuatro costados del estadio, como una suerte de apoyo a la lucha de los allegados a la víctima de tan doloroso crimen.
Rosario Central había presentado este viernes un escrito y se puso a disposición de la Fiscalía para colaborar en la investigación del homicidio de Ivana Paula Garcilazo Bellon. Luego, llegó la confirmación de que los recibirían en el estadio antes del partido.
El objetivo del acto legal dejar “sentado” que desde Central “repudiamos todo hecho de violencia, del tipo que fuere y ratificamos nuestro compromiso con la paz social, la justicia y el estado de derecho”.
El fiscal del caso, Gastón Ávila, anunció luego del hecho que recopilaron cámaras de la zona ya que en el lugar preciso del ataque no hay material fílmico y destacó la importancia de los testimonios.