Un mineral que es común en Marte y rara vez se ve en la Tierra fue encontrado a una profundidad de más de 1.000 metros en el hielo de la Antártida. Este mineral de color amarillo-marrón, conocido como jarosita, fue hallado por primera vez en el 2004 en el planeta rojo, al inicio de la misión del róver Opportunity de la NASA. El descubrimiento sorprendió a los científicos, ya que este material necesita para formarse agua, además de hierro, sulfato, potasio y condiciones ácidas.
El estudio que describe el hallazgo, dirigido por un grupo de investigadores de la Universidad de Milán-Bicocca (Italia) y publicado en la revista Nature Communications, sugiere que la jarosita se formó de la misma manera tanto en la Tierra como en Marte: a partir de polvo acumulado en antiguos depósitos de hielo.
A medida que las capas de hielo crecían con el tiempo, el polvo se habría acumulado en su interior y se habría transformado en el mineral dentro de las bolsas de nieve existentes entre los cristales de hielo. Sin embargo, este proceso nunca se había observado en ningún lugar de nuestro sistema solar.
El nuevo hallazgo confirmó la hipótesis de que los sedimentos ricos de este mineral identificados en la superficie de Marte estarían vinculados a la presencia de grandes casquetes polares que cubrían parte del planeta rojo en su lejano pasado geológico.
En nuestro planeta, la jarosita puede encontrarse en residuos mineros que fueron expuestos al aire y a la lluvia, pero no es común. Giovanni Baccolo, autor principal del estudio y geólogo de la Universidad de Milán-Bicocca, señaló que nadie esperaba encontrar este mineral en la Antártida y ni siquiera lo estaban buscando.
Inicialmente, los investigadores estaban buscando minerales que pudieran indicar los ciclos de la Edad de Hielo en las capas de un núcleo de hielo de 1.620 metros de longitud donde quedaron registrados miles de años de la historia de la Tierra, pero en las capas más profundas, descubrieron unas raras partículas de polvo. Para confirmar la identidad del mineral, el equipo midió cómo absorbía los rayos X y examinó los granos con potentes microscopios electrónicos, confirmando que se trataba de jarosita.
El experto detalló que el núcleo de hielo contenía solo pequeñas cantidades de jarosita, partículas más pequeñas que una pestaña o un grano de arena, señalando que hay mucho más polvo presente en Marte que en la Antártida, que solo recibe pequeñas cantidades de cenizas y de suciedad en el aire provenientes de los otros continentes. "Marte es un lugar polvoriento, todo está cubierto de polvo", dijo Baccolo y añadió que "más ceniza favorecería la formación de más jarosita en las condiciones adecuadas".
Según publicó RT, el científico concluyó que su investigación "es solo el primer paso para vincular el hielo antártico profundo con el medio ambiente marciano".