Dani Alves continúa preso en el centro penitenciario Brians 2 de Barcelona, a donde fue trasladado desde el Brians 1 por motivos de seguridad, y según detalló un testigo, allí estaría recibiendo un trato preferencial por haber sido "un futbolista importante".
El exjugador del Barcelona fue acusado por una joven el 20 de enero por una presunta violación perpetrada en el baño de una discoteca de la Ciudad Condal, el 30 de diciembre del año pasado. El testigo, que habló con Europa Press, afirmó que Alves es escoltado por cuatro personas cada vez que sale de su celda.
"Por lo que he escuchado yo, que he venido a visitar… A Dani Alves lo acompañan al patio cuatro funcionarios que lo tienen escoltado y que lo tienen aparte. Solo", detalló y afirmó que "está apartado porque es un caso exclusivo".
"No les sabría decir si hace comunicación con los otros presos, pero de momento lo que sé es que está apartado porque es un caso exclusivo", explicó el hombre, que salió encapuchado y de espaldas en las imágenes publicadas por el citado medio.
Cuando los periodistas le preguntaron si el jugador brasileño recibía un trato diferente al de los demás internos, respondió: "No te lo sabría decir, pero por lo que he escuchado aquí en las puertas sí".
Finalmente, indicó que el deportista que integró el plantel brasileño en el Mundial de Qatar 2022 está apartado porque "es un futbolista importante" y "para que no haya problemas entre los presos", lo que no estaría bien visto por el resto de los internos.
Recientemente se conoció que Joana Sanz, la esposa de Dani Alves, visitó por primera vez al futbolista en la cárcel de Brians 2, donde se encuentra desde hace 20 días. Llegó acompañado de Bruno, un chef amigo del lateral, al que señalan como uno de los hombres que estuvieron con él la noche en la que habría ocurrido la violación.
Según informaron medios españoles, Alves estuvo durante 50 minutos cara a cara con su pareja, que fue interceptada por prediodistas mientras se dirigía hacia su destino. En declaraciones a la prensa Sanz primero desmintió que Alves se haya negado al encuentro y, luego, se refirió al pedido formal de divorcio que ya habría cursado: "No lo voy a dejar solo en el peor momento de su vida", sostuvo.
Cuando le tocó declarar, Alves indicó que la relación sexual que tuvo con la joven había sido consentida entre ambos y que cambió hasta en tres ocasiones su versión de lo ocurrido para ocultarle la infidelidad que cometió a Joana Sanz.
Sus abogados buscan probar que la denunciante ingresó al tocador por su propia voluntad y no forzada por el futbolista, y presentaron distintos recursos para lograr que aguarde por el juicio en libertad condicional.