Un grupo de 69 investigadores de la Academia de Ciencias de Australia dirigió una carta abierta a las autoridades del estado de Nueva Gales del Sur, en la que califican como insuficiente el plan de sacrificar a 10.000 caballos salvajes en el Parque Nacional Kosciuszko.
En la reserva habitan aproximadamente 14.380 equinos, un animal exótico en el ecosistema local, cuya presencia significa importantes daños para la delicada vegetación y provoca estrés en especies nativas, algunas de ellas en peligro de extinción.
Según las estimaciones de los expertos, en caso de no intervenir para solventar el problema, la población de caballos salvajes en el parque superará los 20.000 para el año que viene.
Ante esta situación, el Servicio de Parques Nacionales y Vida Silvestre del estado dio a conocer el pasado mes de septiembre una iniciativa para reducir a 3.000 la población local de esos herbívoros, sacrificando a la mayoría de ellos y reubicando al resto.
El proyecto prevé que los equinos sobrevivientes permanezcan en un área de conservación que comprende el 32 % de la reserva.
Frente a ese plan, los autores de la misiva argumentan que incluso 3.000 caballos salvajes serían una cifra demasiado alta para que Kosciuszko pueda empezar a superar los daños provocados por sequías, incendios y un pastoreo desmedido.
Asimismo, expresaron su preocupación de que mantener esa cantidad de caballos obligaría a sacrificar regularmente una parte de los ejemplares para impedir que la población se vuelva a multiplicar.
En lugar de eso, urgieron a reducir cuanto antes la cantidad de equinos muy por debajo de la cifra prevista por el plan, con ayuda de todos los métodos disponibles, aunque siempre respetando las pautas del bienestar animal. Según publica RT, apuntan como objetivo final que todo el territorio del parque quede protegido de ese cuadrúpedo.