El presidente, Alberto Fernández, firmó el decreto para relevar a Mauricio Macri del secreto de Estado para poder declarar en la causa por espionaje a familiares del ARA San Juan. Lo hizo horas antes de iniciar su viaje hacia Roma, donde participará de la Cumbre de Jefes de Estado del G20.

El exmandatario y líder de la oposición concurrió el jueves por la mañana a la ciudad de Dolores, acompañado de dirigentes de Juntos, exfuncionarios y militantes, para prestar indagatoria en la causa que tiene a su cargo el juez Martín Bava, en la cual se investiga las tareas de inteligencia ilegal de miembros de la Agencia Federal de Inteligencia contra familiares de las víctimas del submarino.

Luego de posponer su llamado inicial a indagatoria, Macri acudió al juzgado junto con su abogado, Pablo Lanusse. Antes de ingresar, Macri insistió con su inocencia y dijo que la citación es "sin fundamento en medio de la campaña electoral". "Hay una cultura del poder perversa que usa una tragedia para dañar", dijo.

"Sabemos lo que hicimos, sabemos de nuestra salud y nuestras buenas intenciones. Si ellos creen que en estos dos años de agresiones permanente con mi persona van a minar mi compromiso están muy equivocados", añadió.

Al ingresar al juzgado, Lanusse solicitó formalmente suspender la misma hasta tanto se levantase el deber de su cliente de guardar secreto sobre asuntos de inteligencia.

La solicitud del letrado obligó al magistrado Bava a ordenar la suspensión y, acto seguido, cursó un pedido al Poder Ejecutivo para que el presidente Alberto Fernández liberara al exjefe de Gobierno porteño del secreto. El pedido llegó en horas de la tarde a Casa Rosada.

Por la noche, Fernández firmó el decreto 750 de relevo a Macri del deber de guardar secreto sobre asuntos de inteligencia, en el marco de la causa No 8559/20 caratulada "Iuspa Benítez, Nicolás y otros s/Averiguación de delito querellante: Mereles, Andrea Alejandra y otros".

Suspensión de la declaración

 

El pedido de suspensión se desató cuando el juez Bava, después de leerle la imputación a Macri, relató que el 6 de octubre había recibido una repuesta de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) en la que se señalaba que si alguien tenía la facultad de levantarle el secreto al expresidente era, por una cuestión de jerarquía, su sucesor en el cargo.

En la misma respuesta, de todas formas, la interventora de la AFI, Cristina Caamaño, había señalado que había mecanismos posibles para que la indagatoria se llevara a cabo: "En caso de que el expresidente brinde en su declaración alguna información clasificada en los términos del Título V de la Ley Nro. 25.520 modificada por la Ley Nro. 27.126, deberán tomarse los recaudos necesarios a los fines de garantizar su reserva", dejó asentado.

Todo el trámite de la audiencia de hoy duró menos de una hora, durante la cual un grupo de dirigentes del PRO esperó al expresidente en las inmediaciones del juzgado.

Estaban allí, entre otros, la titular de ese partido, Patricia Bullrich; el diputado nacional Waldo Wolf, el encargado de la movilización Hernán Lombardi y el secretario de Macri y candidato a legislador porteño, Darío Nieto.

Durante la previa, Macri y Bullrich encabezaron un acto breve en la Plaza Castelli, de Dolores, y hablaron sobre un escenario que habían ayudado a montar los empleados de la municipalidad que conduce Luis María Camilo Etchevarren, quien ofició de anfitrión de dirigentes del PRO.

La suspensión de la indagatoria generó malestar en los familiares de las víctimas del hundimiento del Ara San Juan, ocurrido en noviembre de 2017, que expresaron su indignación y tristeza en las distintas entrevistas que concedieron a los medios que cubrieron la secuencia.