El director General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, Alberto Sileoni, aseguró que las pruebas de Matemática que rinden esta semana casi 600 mil niñas y niños de tercero y sexto año de primaria sirven para trazar un diagnóstico y mejorar los aprendizajes.
Un total de 591 alumnas y alumnos de 3º y 6º grado de todas las escuelas primarias bonaerenses rindieron esta semana pruebas de Matemática y harán lo propio desde el próximo 11 de julio con Prácticas del Lenguaje, para evaluar la situación educativa después de dos años de pandemia de coronavirus.
En ese sentido, Sileoni explicó en declaraciones a radio Provincia que «la pandemia nos dejó chicos desvinculados y con problemas de aprendizaje», subrayó que «a las 24 jurisdicciones nos ha ido muy mal y, por eso, hay que advertir problemas como pandemia, cuarentena y pobreza».
«Esa convergencia da malos resultados nosotros lo sabíamos, así que desde febrero venimos trabajando en una gran prueba escolar bonaerense que incluye a 591 mil chicos, para saber dónde estamos», reflexionó.
Desde la cartera educativa precisaron que los exámenes se toman a alrededor de 297 mil niños y niñas de 3º y a unos 293 mil de 6º grado.
OBJETIVOS DE LAS PRUEBAS
Sileoni planteó que la evaluación tiene el objetivo de conocer los avances en los aprendizajes, pero también lo que se ha perdido y se debe recuperar, para ajustar la enseñanza con propuestas para acompañar a los alumnos.
«Pensemos que los chicos y chicas de 3º pasaron 1º y 2º en pandemia. Estamos trabajando refuerzos de aprendizaje y trabajos a contraturno», contó.
Desde mediados de 2020, la provincia de Buenos Aires lleva adelante en las instituciones educativas de todos los niveles diferentes espacios de acompañamiento e intensificación de la enseñanza, que continúan hasta el receso escolar.
Para poder llevar adelante el Programa de Acompañamiento a las Trayectorias y Revinculación (ATR), desde el Gobierno se fortaleció el plantel de los establecimientos educativos del nivel primario y secundario, y se dictaron clases a contraturno y los días sábados.
«Este es el tiempo del aprendizaje, de Lengua y Matemática, de recuperar el tiempo perdido, los dolores que nos dejó la pandemia y las emocionalidades de los jóvenes. Es un trabajo arduo que encaramos con mucha alegría», remarcó el ministro.
Luego, sostuvo que «los adolescentes han dado una muestra de compromiso y comprensión de la realidad durante la pandemia como no se ha visto en el mundo adulto».
«Los pibes se bancaron la pandemia. El Estado tiene la obligación de estar al lado de ellos porque son los que lo han sufrido más», concluyó.
Tras los exámenes, las maestras y los maestros analizarán los resultados, cooperativamente con sus pares del mismo año y luego con sus compañeras y compañeros del ciclo, para que la totalidad del equipo docente se interiorice sobre cómo se espera que las y los estudiantes lleguen al final de cada etapa.