La inflación del primer semestre medida por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) fue del 25,3%. En junio los precios subieron 3,2% y se estima que en julio el incremento será más moderado, del orden del 3%.
Sin embargo para agosto ya se anunciaron varios ajustes tarifarios que amenazan con tumbar el plan de contención de precios diagramado por el Gobierno para llegar con aire a las elecciones.
Los incrementos ya anunciados para el próximo mes, y a los que podrían sumarse otros, son los siguientes:
Internet, telefonía y TV por cable: el gobierno autorizó un incremento del 5% retroactivo a julio para estos servicios “en el valor de los precios minoristas de cualquiera de sus planes en las modalidades pospagas y mixtas”. Al pagarse a mes vencido, los primeros días de agosto vencerán las tarifas que ya reflejarán este aumento.
Además, se fijó en $25 el valor máximo que se puede cobrar por recarga de 50 MB de datos móviles por día, en $0,38 el valor máximo del precio del segundo de voz; y en $5, el valor máximo del precio del SMS, para servicios móviles en la modalidad “prepaga pura”, en todos los casos “con impuestos incluidos”.
Prepagas: la Justicia le destrabó el camino a las empresas del rubro para que puedan aplicar un incremento del 26%, pero se reclama un ajuste de entre el 32% y el 36% en cuotas. El Gobierno le bajó el pulgar a aplicar semejante ajuste de una sola vez, y en cambio ofrece autorizar una suba de entre el 7% y el 8% y hacer algún tipo de aporte de subsidios para darle aire a las compañías.
GNC: se autorizó un incremento del 5%, lo que se traduce entre $2 y $3 más el litro cúbico. El último aumento había sido de entre el 20% y el 30% en mayo, pero según los dueños de estaciones, desde entonces subieron salarios, tarifas, transporte y distribución del gas.
Alquiler: se prevé que en agosto marque entre 46% y 48% de aumento el índice de actualización que creó la nueva ley de alquileres que dejó descontentos tanto a propietarios, que cada vez retiran más propiedades del mercado locativo, como a inquilinos, que deben hacer frente a subas muy por encima de sus posibilidades.
A modo de ejemplo, un hogar que pagaba $25.000 pasará a pagar en agosto $35.750, de confirmarse en estos porcentajes el incremento del índice.
Expensas: como si no alcanzara con la suba del alquiler, las expensas también podrían incrementarse en torno a un 30% por la revisión de la paritaria de encargados de edificios, que pasaron de un acuerdo salarial del 32% al 44,8%.
Si bien en un edificio chico el sueldo del portero puede alcanzar hasta el 70% del total de las expensas, lo cierto es que cada vez son menos los que cuentan con uno, y la mayoría de los consorcios los reemplazó por empresas tercerizadas de limpieza y seguridad privada.
Luz: están llegando las boletas con un aumento del 8% que se suma al 14% que se aplicó en mayo para usuarios residenciales, comerciales, industriales e institucionales. Pero además, todavía falta otro retoque del 9% que regirá desde noviembre.
Gas: las nuevas facturas arriban con una suba del 6% del gas (rige desde junio) para los usuarios residenciales y del 4% para las pymes y comercios.
Transporte: en julio entró en vigencia el aumento en taxis, cuya bajada de bandera diurna se fue a $105 y la nocturna (junto con domingos y feriados las 24 horas) a $118. La ficha cuesta $5 y $5,40 respectivamente. Pese a eso, los tacheros aseguran que el desfasaje supera el 40%, pero es inviable otra modificación en el corto plazo. Remises subieron a $118 bajada de bandera, $6,10 la ficha y $9,20 el minuto de espera.
En cuanto al Transporte Urbano de Pasajeros (TUP), tuvo su último ajuste en febrero, cuando pasó de $32,50 a $45 (desde septiembre de 2019 que no se modificaba). En aquel entonces, el estudio de costos arrojó que el boleto debía costar $77, mientras que el informe más reciente reveló que el valor debería ser de $125. Otra vez hay conflicto con los choferes que están sin cobrar, por lo que no se descarta un nuevo aumento, más allá de que todavía no se anunció.
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