La extensa ola de calor y la sequía comenzaron a impactar en la producción frutihortícola, y el ejemplo más evidente es el tomate: a raíz de la escasez que provocó este duro clima, su precio llegó a duplicarse en lo que va del año. Pero además, está en la mira lo que puede llegar a ocurrir en las próximas semanas con las verduras de hoja, de alta producción local.
“El tomate se suele ver muy impactado por las inclemencias climáticas, como las heladas y las lluvias, y en este caso, por la sequía”, indicó Gustavo Suleta, administrador del Mercado de Concentración Fisherton. Mucha producción se debió tirar porque no estaba en condiciones, hubo poca en general, y la de calidad se vio sumamente limitada.
Por supuesto que estas condiciones golpearon duro en los precios. Mientras que a fines del año pasado el cajón costaba $2 mil, en lo que va del año su valor se disparó hasta los $5 mil. Esto provocó que en algunas verdulerías céntricas se llegara a pagar hasta $700 el kilo, aunque en otras se consigue a $400, siendo el promedio $550-$600, un valor que de cualquier manera es sumamente elevado en comparación al año pasado.
“Esta semana la cosa empezó a cambiar, porque comenzaron entrar tomates de La Plata, Mar del Plata, Mendoza, y esto ya se trasladó a las pizarras, con valores hasta 20% inferiores en el cajón”, apuntó Suleta en diálogo con Ecos365. Consideró que en algunas semanas más esto debería verse reflejado en los precios al público. “Ahora el cajón está $4.000, y creemos que seguirá el descenso. Si consideramos que partió de $2.000 y alcanzó los $5.000, tuvo tres precios diferentes en un mes”, sumó.
Pero además del tomate, la verdura de hoja es mirada de reojo por las marcas que podría dejarle la seca. El dato es especialmente relevante teniendo en cuenta que lechuga, acelga, radicheta, repollo entre otras variantes cuentan con gran producción local. “Hasta ahora no hemos tenido faltante y por eso se encuentran a precios mínimos”, aclaró.
Si bien se trata de producciones que se deterioran muy fácil, son muy rápidas y se reponen a los 60 o 70 días. “No creemos que vaya a haber faltante porque en caso de que se vean afectadas, se pueden reemplazar por las de otros lugares del país, más allá del impacto que pueda generar en los huerteros locales”, explicó.
Qué pasó con el boom de verdulerías
Uno de los negocios que explotó con la pandemia fue el de las verdulerías. En 2020, cuarentena estricta mediante, creció exponencialmente la demanda y eso llevó a que muchos de los que se quedaran sin trabajo, optaran por armar un puesto de venta de frutas y verduras. “Puede resultar un negocio engañoso, porque si bien es muy fácil de armar, es difícil de sostener porque los artículos pierden valor en cuestión de horas, por lo que tenés que conocer muy bien el mercado y cada producción”, analizó Suleta.
En este sentido, consideró que muchos de los negocios de este rubro que aparecieron ese año, no duraron demasiado y terminaron bajando persianas en 2021, cuando además se recuperaron los niveles de demanda más habituales. “Para este 2022 vemos una situación similar a la del año pasado, con ventas más regulares, dependiendo también del poder adquisitivo que logren las familias”, cerró.
Comentarios