Marcos Galperin lo hizo de nuevo. Pero esta vez, en Brasil. El CEO y fundador de Mercado Libre acaba de anunciar una inversión récord de USD 5.800 millones en el país vecino durante 2025, lo que representa un aumento del 21% respecto al año anterior. Y no es lo único: el plan incluye la contratación de 14.000 nuevos empleados, consolidando al gigante del e-commerce como uno de los principales empleadores del mercado brasileño.
El anuncio, que fue celebrado públicamente por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, dejó en evidencia el contraste entre el trato que Galperin recibe en Brasil y el que tiene en su país de origen. En Brasil, no solo es el empresario tech más elogiado, sino que ya lo apodan “el Elon Musk del sur” y lo consideran pieza estratégica en el modelo de desarrollo digital de Lula.
En Argentina, en cambio, Galperin mantiene un perfil bajo y distancia prudente con el gobierno de Javier Milei, quien —pese a sus guiños al libre mercado— aún no lo ha mencionado entre sus ejemplos de empresarios modelo. La relación con la política local ha sido siempre tensa: desde los días de confrontación con el kirchnerismo hasta el silencio actual, pasando por tribunas ideológicas que lo tacharon de “evasor” o “opositor sistémico”.
Mientras tanto, Brasil le ofrece alfombra roja y estabilidad macro, dos ingredientes clave para una empresa que hoy tiene más de 100 millones de usuarios en América Latina y que fue pionera en e-commerce, fintech, logística y software regional.
El contraste no podría ser más evidente: Galperin promete miles de empleos, más inversión en centros logísticos y tecnología de punta para su operación brasileña. En Argentina, la compañía sigue operando pero sin anuncios rimbombantes ni señales de expansión al mismo ritmo. De hecho, en el último año, varias áreas de crecimiento —como los centros de distribución y los créditos para pymes— se ralentizaron o relocalizaron.
Este nuevo desembarco en Brasil se enmarca en una competencia feroz con Amazon y Shopee, que buscan quedarse con el liderazgo del retail online en la región. Para enfrentarlos, Mercado Libre acelera su inversión en infraestructura, logística, inteligencia artificial y talento humano. Además, la compañía avanza con su brazo financiero, Mercado Pago, que ya tiene licencias de banco en Brasil y empieza a ganar terreno en servicios financieros tradicionales.
“Queremos seguir generando impacto económico y social, creando empleos de calidad y llevando tecnología a todos los rincones del país”, señaló el propio Galperin en el comunicado difundido en Brasil.
¿Y Argentina? De momento, sin declaraciones oficiales sobre qué parte de ese crecimiento llegará al país. La inversión de Mercado Libre en Brasil se convierte así en un espejo incómodo para la política económica argentina, que busca atraer dólares, talento y empresas, mientras uno de sus mayores unicornios históricos elije crecer afuera.
Galperin, hoy convertido en ciudadano ilustre del Silicon Trópico, parece haber respondido con hechos a una pregunta que muchos se hacen en el mundo empresario argentino: ¿vale la pena seguir apostando acá?
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