Pese a las complicaciones ocasionadas por la pandemia, Paladini aprovechó el 2020 para seguir avanzando con su plan 2023, mediante el cual busca posicionarse definitivamente como una empresa alimenticia, más allá de su fuerte presencia y liderazgo en el negocio de fiambres y embutidos. En este sentido, lanzó nuevas líneas de productos para ganar peso en la mesa diaria de todos los argentinos, mientras apunta los cañones a consolidar su llegada a mercados externos.
Paladini viene invirtiendo fuerte en los últimos años para diversificar su producción. Así fue como primero lanzó la comercialización de quesos, medallones y nuggets de pollo, luego sumó milanesas y medallones de soja, más tarde incorporó pastas y papas congeladas, y este año innovó con una nueva línea de tapas para tartas y empanadas de diversas variedades.
Paralelamente fue achicando distancias entre el consumidor final y la empresa, con la apertura de sucursales propias de Paladar Picadas, en este caso en Funes. A partir de su modelo de franquicias, ofrece a los clientes un espacio de experiencia de degustaciones, con todos sus productos de primera calidad y una propuesta innovadora de picadas listas para retirar en el comercio o a través del delivery, servicio este último que se fortaleció con el fin de acompañar las medidas sanitarias de distanciamiento social y los cambios en el consumidor.
Con llegada a Paraguay, Perú, Uruguay y Hong Kong, Paladini logró además potenciar su presencia en China, hito que pudo alcanzar en 2019, cuando obtuvo la certificación para ser el primer exportador argentino de carne de cerdo al gigante asiático.
Además de la pandemia, el 2020 también fue muy duro para la familia por la muerte de Roberto Paladini, hijo del fundador de la compañía y quien estuvo al frente de la misma durante muchos años. Pero a partir de la visión de liderazgo que legó a sus seguidores, la firma continuó avanzando y ya trabaja en su plan 2040, para apuntalar su crecimiento.
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