El gobierno envió a la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo el DNU vinculado al acuerdo con el FMI. La Bicameral tiene ahora 10 días hábiles para emitir dictamen y permitir su tratamiento en ambas Cámaras. Cabe recordar que, salvo que el decreto sea rechazado por ambas Cámaras, seguirá vigente.
Desde Max Capital analizaron los detalles y posibles implicancias de este nuevo acuerdo, destacando su impacto en la estructura de pagos y en el mercado financiero. Los especialistas explicaron que el programa acordado por el FMI incluirá desembolsos destinados a cubrir, al menos parcialmente, los pagos del EFF firmado en 2022.
Según estimaron, estos pagos ascienden a u$s 12 mil millones entre 2025 y 2028 solo en concepto de capital, a lo que se suman intereses por un total de u$s 11 mil millones.
Dado este escenario, los analistas de Max Capital estiman que el acuerdo incorporará desembolsos entre 2026 y 2028 por aproximadamente u$s 10 mil millones, con fondos similares asignados hasta ese entonces. De esta manera, se prevé que el programa proporcione liquidez fresca por al menos u$s 10 mil millones, lo que podría aliviar la carga financiera del país en los próximos años.
Para Max Capital, el foco principal debe estar en las amortizaciones de deuda, ya que el esquema planteado por el FMI permitirá distribuir los pagos en un horizonte más amplio. Esto podría brindar un respiro al Tesoro argentino, permitiendo mayor flexibilidad en la administración de la deuda y las reservas internacionales.
Marco cambiario: las dudas
Uno de los puntos que aún genera dudas es el esquema cambiario que acompañará al acuerdo. Desde Max Capital indicaron que, según medios locales, sigue siendo una de las principales cuestiones en discusión entre el FMI y las autoridades argentinas. La información oficial sobre este aspecto solo se conocerá una vez que el programa sea publicado.
El ministro de Economía, Luis Caputo, señaló recientemente que el régimen cambiario no sufriría modificaciones en el corto plazo. Sin embargo, también sostuvo que "los pesos son escasos", lo que, en su visión, reduciría el riesgo de presión sobre el tipo de cambio. Para los analistas de Max Capital, estas declaraciones reflejan una estrategia orientada a mantener la estabilidad cambiaria sin alterar el actual esquema de intervención.
En este sentido, los expertos del bróker consideran que la capacidad de utilizar fondos del FMI para intervenciones en el mercado cambiario podría estar limitada. Aun así, creen que el establecimiento de un piso para las Reservas Internacionales Netas (RIN) será una herramienta clave dentro del acuerdo.
En experiencias previas, comentaron que se han empleado mecanismos adicionales, como subastas, para aportar transparencia en la intervención cambiaria, por lo que no descartan que estos puedan ser considerados nuevamente.
Bonos y la estrategia de inversión
Los analistas de Max Capital destacaron que la extensión del programa a cuatro años introduce un factor particular en la dinámica de la deuda: otorga al sector privado una prioridad implícita sobre el FMI en el orden de pagos. Esta situación es poco común en los acuerdos del Fondo y podría tener un impacto positivo en la percepción de los inversores.
Para Max Capital, el gobierno parece haber enfocado las negociaciones en la recuperación del acceso a los mercados financieros, lo que podría traducirse en una reducción de los spreads de la deuda soberana.
En este contexto, los especialistas reafirmaron su recomendación de mantener una estrategia de inversión basada en bonos con vencimientos en 2030 y 2038 (30s y 38s), conocida como "posición barbell".
Según detallaron, el nuevo EFF podría beneficiar particularmente a los bonos en dólares con vencimientos más cortos, ya que el aplazamiento de los pagos con el FMI reduce el riesgo de refinanciamiento. "Mantenemos una posición larga en un barbell de 30s y 38s", concluyeron desde el bróker, subrayando que esta estrategia podría capitalizar el impacto positivo del acuerdo en los precios de los bonos argentinos.
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