El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha reconfigurado las reglas del juego en los mercados globales. Empresarios, inversores y gestores de fondos ya están recalculando sus apuestas para 2025, buscando dónde colocar su capital para maximizar rendimientos en un contexto político y económico más incierto, pero lleno de oportunidades.
En este informe, basado en las últimas encuestas de Bank of America y la visión de expertos, analizamos las tendencias clave que pueden transformar su estrategia de inversión: desde el auge de las pequeñas empresas estadounidenses hasta la solidez del dólar y el potencial de activos como los REITs y las commodities agrícolas.
¿Está tu cartera preparada para aprovechar esta nueva etapa? A continuación encontrarás las respuestas que necesitan los tomadores de decisiones que buscan mantenerse un paso adelante en el dinámico escenario del 2025.
La recuperación del mercado estadounidense
El posicionamiento en acciones estadounidenses sigue consolidándose como la estrategia estrella. Mientras que en noviembre el 43% de los gestores encuestados tras las elecciones apostaban por las acciones de EE.UU. como la clase de activo más prometedora para 2025, este número ha aumentado a un 46% en el informe de diciembre. La preferencia por acciones globales, en cambio, ha caído al 18%, mientras que el oro, a pesar de su reciente volatilidad, mantiene un sólido 15% de las preferencias.
Este resurgimiento del mercado estadounidense refleja la confianza en políticas económicas pro-crecimiento, como la reducción de impuestos y el posible incremento del gasto en infraestructura, pilares habituales del enfoque económico republicano. Además, sectores como el energético, el financiero y el industrial han ganado protagonismo como favoritos para aprovechar el impulso interno.
Auge de las small caps: el Russell 2000 toma la delantera
Una de las apuestas más destacadas se encuentra en las small caps, con el índice Russell 2000 liderando las preferencias de los gestores. El porcentaje de encuestados que lo considera el índice más prometedor para 2025 ha crecido al 37%, consolidándose por encima del Nasdaq (30%) y los mercados emergentes (19%).
El enfoque en pequeñas empresas estadounidenses refleja una expectativa de crecimiento acelerado en compañías con una alta exposición a la economía estadounidense, especialmente aquellas beneficiadas por políticas proteccionistas o estímulos fiscales. Según un gestor consultado, "las pequeñas empresas tienen una agilidad única para adaptarse a los cambios en la regulación, y 2025 podría ser un año clave para su expansión".
Asimismo, los sectores vinculados al consumo interno, la tecnología aplicada y los servicios profesionales emergen como áreas de interés dentro del segmento de pequeñas empresas.
El dólar y otras opciones en divisas
En el frente cambiario, el dólar estadounidense sigue fortaleciéndose como la moneda predilecta para 2025. Un 47% de los encuestados señala al billete verde como la divisa más prometedora, marcando un aumento desde el 45% registrado en noviembre. Este optimismo está impulsado por expectativas de políticas monetarias más estrictas y un mayor rendimiento relativo frente a otras economías desarrolladas.
El oro, por su parte, ha experimentado fluctuaciones. Aunque sigue siendo una apuesta defensiva relevante, las preferencias se mantienen en un 15%, mientras que el yen japonés ha caído aún más, al 18%, debido a las incertidumbres sobre la recuperación económica de Japón y la falta de incentivos agresivos en su política monetaria.
Dentro de este contexto, el sector de las criptomonedas vuelve a ganar atención moderada, con menciones específicas al Bitcoin como un activo complementario para diversificar carteras frente a posibles presiones inflacionarias.
Nuevas estrategias y conceptos clave
Entre los sectores que despiertan más interés en el marco del "nuevo Trumpismo", la inteligencia artificial y las energías renovables están ganando terreno. Aunque la administración republicana ha priorizado tradicionalmente los combustibles fósiles, algunos gestores ven en las renovables una oportunidad de inversión estratégica debido al crecimiento global de este sector.
Por otro lado, los REITs (fondos de inversión inmobiliaria) se perfilan como una opción atractiva para 2025, especialmente aquellos con exposición a activos logísticos e industriales. "Con la digitalización del comercio y la recuperación económica post-pandemia, los REITs bien posicionados podrían superar significativamente las expectativas", señaló otro experto.
Finalmente, algunos gestores han comenzado a explorar estrategias basadas en commodities agrícolas, anticipando que los ajustes en las políticas comerciales de Trump podrían beneficiar las exportaciones agroindustriales estadounidenses y, por ende, la valorización de estos activos.
En este dinámico escenario, la clave para los inversores radica en la diversificación inteligente, combinando activos de alta volatilidad como las small caps con opciones más seguras como el dólar o el oro. El próximo año promete ser decisivo para quienes sepan leer entre líneas y adaptar sus carteras al pulso de los mercados globales y locales.
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