¿Front running y blanqueo? La receta secreta detrás del auge de los activos argentinos en riesgo de agotarse

El mercado argentino enfrenta una pausa: la especulación por el blanqueo y el front running han impulsado a los activos, pero los inversores están calculando sus salidas. ¿Se avecina una corrección inminente o aún queda espacio para ganar?

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El mercado de activos argentinos ha experimentado un rally impulsado por diversos factores, pero parece haber llegado a una pausa. Entre las fuerzas que han movido a los mercados, una de las más notorias ha sido el fenómeno del Front running, que ha captado la atención de los inversores especulativos en el corto plazo. Pero, ¿qué es exactamente el Front running y por qué ha tenido tanto impacto en este momento?

El Front running es la práctica de adelantarse a un evento conocido en el mercado para aprovechar la oportunidad antes de que se concrete. En este caso, el blanqueo de capitales ha sido el catalizador perfecto para que traders y grandes inversores se adelantaran a lo que sabían que iba a suceder: una afluencia masiva de capitales hacia ciertos activos financieros. Este blanqueo, que se produce en una ventana de tiempo bien delimitada, permite que los inversores que blanquean su dinero puedan destinarlo a la compra de activos financieros. Esta expectativa ha generado una suba significativa en el valor de esos activos, ya que el mercado anticipaba que el flujo de dinero blanqueado impulsaría la demanda.

Durante esta etapa, los Front runners han sido aquellos traders que compraron activos antes de que llegaran los inversores del blanqueo, con el objetivo de beneficiarse de la suba inevitable que produciría esta inyección de capital. Pero ahora, con solo 8 días (hábiles) restantes para el cierre del blanqueo, la pregunta que muchos se hacen es: ¿seguirá habiendo margen para obtener ganancias o es momento de cerrar el trade?

¿Es el momento de cerrar posiciones?

Aquellos que han estado aprovechando el Front running pueden estar evaluando si es momento de cerrar sus posiciones. Al quedar tan pocos días de blanqueo, es posible que los inversores empiecen a reducir su exposición. No obstante, algunos esperan un impulso final en la última semana del blanqueo, antes de que el mercado vuelva a una situación más estable.

Los inversores que están comprando activos para el blanqueo deben mantenerlos en cartera al menos hasta el 1 de enero de 2026, lo que significa que no serán ellos quienes tomen ganancias de manera rápida. En cambio, quienes se subieron a la ola del Front running podrían estar buscando su salida antes de que el flujo de capitales comience a disminuir.

Impacto del blanqueo en las reservas y el tipo de cambio

En términos de reservas, hemos visto cómo el blanqueo ha tenido un impacto positivo neto. Según datos de Amilcar Collante, los saldos de reservas en dólares empezaron a mostrar valores negativos a partir del 1 de octubre, aunque luego volvieron a repuntar. En total, se estima que ingresaron entre 13.000 y 14.000 millones de dólares por el blanqueo, de los cuales salieron aproximadamente 1.000 millones, dejando un saldo positivo de entre 12.000 y 13.000 millones.

En cuanto al tipo de cambio, el Banco Central ha intervenido para mantener la estabilidad, especialmente en una semana donde el volumen de oferta de dólares fue bajo debido a una festividad de una colectividad clave para el negocio cambiario. Esto hizo que la brecha entre el dólar contado con liquidación y el dólar oficial con el impuesto PAIS de los importadores se mantuviera cerca del 20%. Sin embargo, esta brecha podría llegar a converger si se mantienen las intervenciones del Banco Central.

Obligaciones negociables y el festival del crédito en dólares: ¿Un fenómeno pasajero?

El rally de los activos financieros argentinos no solo ha estado impulsado por el blanqueo, sino también por el festival de colocación de obligaciones negociables y el crédito en dólares. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos eventos son de one shot, es decir, fenómenos que ocurren una sola vez y no se repiten continuamente. El blanqueo terminará, y con ello, es probable que las oportunidades que han impulsado a los activos financieros comiencen a desaparecer.

Otro factor que ha contribuido a la estabilidad del tipo de cambio ha sido el dólar blend, una intervención del gobierno para asegurar que un porcentaje de las exportaciones se liquide en el mercado cambiario oficial. Pero al igual que el blanqueo, el dólar blend es una medida transitoria que eventualmente tendrá que ser eliminada, lo que podría generar volatilidad en el mercado.

El Merval y los bonos: ¿Reversión a la vista?

El Merval ha tenido una mini suba del 0,6% en dólares durante la semana pasada, pero aún se mantiene un 20% por debajo de su máximo histórico de 18.800 puntos, alcanzado durante el mejor momento del gobierno de Macri. Mientras tanto, los bonos argentinos han frenado su suba, y el riesgo país ha mostrado una leve reversión, cerrando la semana en 1.097 puntos, el nivel más bajo desde la reestructuración de la deuda.

El bono AL30, uno de los más seguidos por los inversores, ha mostrado señales de reversión a corto plazo, tanto en su comportamiento de vela como en el aumento de volumen, lo que sugiere que podría haber un cambio de manos en el mercado. Esta dinámica refuerza la teoría del Front running, ya que muchos inversores podrían estar cerrando sus posiciones tras aprovechar la subida impulsada por el blanqueo.

Bonos a corto y largo plazo: ¿Dónde está la oportunidad?

En el corto plazo, los bonos argentinos, como los AL y GD, siguen ofreciendo rendimientos atractivos, con tasas de entre 14% y 18% anual. No obstante, es importante destacar que estos bonos están rindiendo mucho más que los BOPREAL, los cuales tienen una curva de rendimientos más sana y menos invertida.

La diferencia entre ambos tipos de bonos tiene que ver con el riesgo percibido. Los BOPREAL, respaldados por el Banco Central, son considerados más seguros que los AL y GD, que dependen del Tesoro. Sin embargo, en el contexto actual, donde el Banco Central y el Tesoro están prácticamente manejados por las mismas personas, la percepción de mayor seguridad de los BOPREAL puede no ser del todo cierta.

Mientras tanto, el carry trade, la estrategia de inversión en pesos para obtener una ganancia real en dólares, sigue siendo una de las jugadas más populares entre los inversores. Este año, el carry trade ha acumulado una ganancia del 31,8%, lo que lo convierte en el segundo mejor año para esta estrategia desde 1999. A medida que la tasa de interés en pesos supera a la inflación, esta estrategia sigue siendo rentable, aunque algunos analistas sugieren que podríamos estar cerca de una corrección.

Perspectivas a futuro: ¿Corrección o continuidad?

Si bien en el corto plazo podríamos ver una corrección en algunos activos, el largo plazo ofrece perspectivas más optimistas para los bonos y acciones argentinas. El riesgo país, aunque elevado, podría converger hacia el promedio de la región, lo que implicaría un potencial upside significativo para los bonos. Además, con un carry trade que sigue ofreciendo rendimientos atractivos y una economía que parece estabilizarse lentamente, las oportunidades para los inversores que estén dispuestos a asumir riesgos siguen vigentes.

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