¡Qué lío se armó en las redes! El presidente Javier Milei sorprendió a todos este viernes al promocionar en su cuenta de X (antes Twitter) una criptomoneda llamada $LIBRA, que en un abrir y cerrar de ojos subió como la espuma, pero después se desplomó como piedra. La movida generó un revuelo bárbaro, con críticas de todos lados y hasta rumores de que podría tratarse de una estafa. ¿Qué pasó realmente? Vamos a desmenuzarlo.
El presidente publicó un tuit que decía: “La Argentina Liberal crece!!! Este proyecto privado se dedicará a incentivar el crecimiento de la economía argentina, fondeando pequeñas empresas y emprendimientos argentinos. El mundo quiere invertir en Argentina”
Junto al mensaje, compartió un enlace al proyecto “Viva la Libertad” y el tag del token $LIBRA. La cripto, que funciona en la red Solana, pasó de valer casi nada a rozar los 5 dólares en menos de una hora. Pero, ¡aguanten! A las pocas horas, el valor se desplomó a menos de 0,5 dólares, dejando a muchos con cara de “¿qué acabo de hacer?”.
¿Estafa o simple entusiasmo?
Acá es donde la cosa se pone picante. Expertos en cripto como Sebastián Serrano, CEO de Ripio, advirtieron que $LIBRA es una “meme coin”, es decir, una criptomoneda sin respaldo real, que suele ser altamente especulativa y propensa a estafas. “Existe el riesgo de estrategias como el pump and dump, donde se infla artificialmente el precio del token para luego desplomarlo”, explicó Serrano. Además, se supo que el 80% de los tokens estaban concentrados en solo cinco billeteras, lo que huele a manipulación.
El diputado opositor Maximiliano Ferraro no se quedó callado y tiró la bomba: “Si esto no fue un hackeo, entonces estamos ante un hecho gravísimo: el presidente Javier Milei lanzó o respaldó una criptomoneda que, en menos de dos horas, movilizó millones de dólares, generó ganancias extraordinarias y, finalmente, se desplomó, estafando a un número indeterminado de ciudadanos” 6.
Milei se desliga, pero la polémica sigue
Frente a las críticas, Milei borró el tuit y aclaró: “Hace unas horas publiqué un tweet, como tantas otras infinitas veces, apoyando un supuesto emprendimiento privado del que obviamente no tengo vinculación alguna. No estaba interiorizado de los pormenores del proyecto y luego de haberme interiorizado decidí no seguir dándole difusión”.
Aunque intentó bajar un cambio, la oposición ya había prendido fuego la mecha. El diputado Santiago Cafiero incluso insinuó: “Algunas ballenas ganaron unos cuantos palos verdes… ¿Quiénes serán? ¿Funcionarios públicos? ¿El mismo presidente?”.
Por su parte, Carlos Maslatón, abogado especialista en criptofinanzas, fue contundente: “Es oficial, no hay hackeo, confirmado por todo su entorno. Milei involucrado directamente en un fraude criptográfico. Ha traspasado todos los límites morales, esto que postea está hecho para robar. Ya no puede dudarse: causal de juicio político”.
Por su parte, la empresa KIP Protocol, detrás de $LIBRA, salió a aclarar que Milei no tenía nada que ver con el proyecto, pero el daño ya estaba hecho. La cripto, que prometía ser un “símbolo de libertad”, terminó siendo un dolor de cabeza para muchos.
Este escándalo nos deja varias enseñanzas. Primero, en el mundo de las criptomonedas, no todo lo que brilla es oro. Antes de invertir, hay que investigar bien y no dejarse llevar por el entusiasmo del momento. Segundo, los líderes públicos deben ser extremadamente cuidadosos con lo que promueven, porque sus palabras tienen un peso enorme. Y tercero, como bien dijo el economista liberal Carlos Maslatón, “esto no fue libre mercado, fue una maniobra especulativa".
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