La reciente victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos ha despertado alarmas sobre las posibles consecuencias económicas globales. Según un análisis del Financial Times (FT), su programa económico podría desencadenar una crisis monetaria global que impactaría de manera desproporcionada a los mercados emergentes, incluyendo a economías frágiles como la argentina.
Un dólar imparable y la sombra de la crisis
Robin Brooks, economista reconocido, señala que las políticas de Trump—caracterizadas por una combinación de mayores aranceles comerciales y expansión fiscal—podrían fortalecer significativamente al dólar. Este fenómeno ya se vivió durante su primer mandato, cuando medidas similares llevaron a una fuerte apreciación de la moneda estadounidense, afectando a las economías dependientes del comercio exterior y del financiamiento en dólares.
El FT advierte que "los mercados aún no se han dado cuenta" de las implicancias de este escenario. Una política fiscal más laxa elevaría las expectativas de crecimiento económico en EE.UU., fortaleciendo tanto las tasas de interés como el dólar, mientras el resto del mundo enfrentaría una pérdida de competitividad y serias presiones inflacionarias.
China en el epicentro de la tormenta
Uno de los puntos centrales del análisis de FT es el impacto que estas políticas podrían tener sobre el renminbi (yuan), la moneda china. Durante la presidencia de Trump, los aranceles impuestos a las importaciones chinas llevaron a una devaluación del 10% del yuan, como respuesta al golpe comercial. Sin embargo, el FT anticipa un escenario mucho más severo si Trump decide avanzar con aranceles de hasta el 60%, algo que el magnate sugirió durante su campaña.
De acuerdo con el editorial, este nivel de presión podría provocar una caída del 50% en el valor del yuan frente al dólar, desatando una fuga masiva de capitales como la vivida en 2015, cuando China perdió miles de millones de dólares en reservas internacionales.
El efecto dominó en los mercados emergentes
El impacto no se limitaría a Asia. Según FT, la depreciación del yuan arrastraría a las monedas de los mercados emergentes, especialmente aquellas más expuestas al comercio internacional o con vínculos cercanos al dólar.
Países como Argentina, Turquía y Egipto estarían entre los más perjudicados. La fortaleza del dólar afectaría directamente la competitividad de las exportaciones y encarecería los costos de financiamiento externo. Además, la volatilidad en los mercados de materias primas—clave para economías como la argentina—se vería intensificada, dificultando aún más el crecimiento económico en estas regiones.
La desglobalización: un nuevo paradigma económico
El FT también vincula las políticas de Trump con un proceso acelerado de desglobalización, que busca favorecer el crecimiento interno en EE.UU. a costa de los mercados emergentes. Según el editorial, los aranceles y otras medidas proteccionistas consolidarían al dólar como la moneda dominante, pero a un costo significativo para las economías periféricas.
En este contexto, la recomendación del FT es clara: los mercados emergentes deben optar por tipos de cambio flexibles que les permitan absorber los choques externos. Aunque esta medida puede generar inflación en el corto plazo, ofrece una mayor resiliencia frente a las fluctuaciones del dólar y las presiones comerciales.
Argentina y el desafío del realineamiento global
Para Argentina, este panorama es particularmente preocupante. Su historial de crisis vinculadas al dólar y la dependencia de las exportaciones de materias primas la colocan en una posición de vulnerabilidad. Según el FT, las economías que mantienen sus monedas vinculadas al dólar enfrentan un momento crítico, ya que la fortaleza de la moneda estadounidense podría agravar los problemas estructurales que ya enfrentan.
Además, el fortalecimiento del dólar tiene efectos secundarios que afectan directamente a los presupuestos de los países emergentes, aumentando las tasas de interés locales y disminuyendo el atractivo de sus activos en moneda nacional.
¿Un nuevo equilibrio global?
La posible implementación de estas políticas plantea un desafío histórico para las economías emergentes. Si bien han mejorado su capacidad de respuesta inflacionaria—como se demostró durante la pandemia de COVID-19—el fortalecimiento del dólar podría minar sus avances y aumentar la presión sobre sus sistemas financieros.
En este marco, la victoria de Trump podría redefinir las reglas del comercio global y poner en jaque el equilibrio económico de los mercados emergentes. Para Argentina, la pregunta no es solo cómo resistir esta embestida, sino si será capaz de adaptarse a tiempo a este nuevo escenario global.
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