Resultó increíble ver a un hombre tan experimentado y pensante ensayando semejante festejo corriendo por toda la cancha. El gran Julio Velasco demostró que es humano y no se aguantó la bronca acumulada cuando la selección argentina de vóley concretó la histórica victoria sobre el campeón del mundo Polonia en el Mundial de este deporte.

Es que Argentina había sufrido todos los fallos polémicos del partido en su contra. Velasco estaba muy caliente con el árbitro y cuando los muchachos argentinos metieron el último punto para sellar el 3-2 final, corrió como loco por toda la cancha a puro corte de manga.

Además, para Velasco, que dejará la selección una vez terminado el Mundial, era todo un desafío poner a Argentina a la altura de una potencia como Polonia, sobre todo después de una primera fase muy floja.