El ruso Karen Khachanov, de 22 años y 18 del mundo, ganó este domingo en el torneo cubierto de París el primer Masters 1.000 de su carrera, al derrotar por 7-5 y 6-4 al serbio Novak Djokovic, de 31 años y este lunes de nuevo en el número uno del mundo, que llegaba con una racha de 22 triunfos consecutivos.
Apodado ya como el nuevo Marat Safin, el moscovita solo había ganado hasta ahora tres torneos ATP 250, dos de ellos esta temporada, Marsella y Moscú, ambos bajo techo, pero en París ha derrotado a cuatro jugadores 'top 10', el último, un Djokovic visiblemente afectado por las tres horas de la semifinal que disputó la víspera contra el suizo Roger Federer.
El ruso, que se revela como un seguro de vida en finales, puesto que no ha perdido ninguna de las cuatro que ha disputado, inscribió su nombre en el palmarés de un torneo que Safin ganó en tres ocasiones (2000, 2002 y 2004), para convertirse en el primero de esta nacionalidad que gana este torneo, desde que en 2006 lo hiciera Nicolay Davydenko.
No es una mala forma de terminar el año, ¿verdad, ���� @karenkhachanov?
— ATP en Español (@ATPWorldTour_ES) 4 de noviembre de 2018
Grandes escenas en el @RolexPMasters. #ATPMasters1000
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Khachanov sustituye en el palmarés al estadounidense Jack Sock y se convierte en el tercer tenista que alza el trofeo sin ser cabeza de serie, el primero desde que en 2007 lo hiciera el argentino David Nalbandian tras derrotar en la final al español Rafael Nadal.
Hasta esta edición de París, Khachanov solo había disputado una semifinal de un Masters 1.000, la del pasado torneo de Toronto, cuando perdió contra Nadal, y el de este domingo era su partido 36 en torneos de esta categoría.
Contraste con Djokovic, que disputaba su final número 47 en busca de su título número 33 que le igualara con Nadal, a quien, pese a todo, arrebatará este lunes el cetro de ránking mundial que empuñará por cuarta vez en su carrera.
Veintidós del ránking en mayo pasado, el serbio ha recuperado una diferencia de 8.060 puntos al español para defender desde lo más alto del ránking el número uno en las Nitto ATP Finals del O2 de Londres, a partir del próximo día 11.
El de este domingo es el segundo tropezón del serbio desde su retorno glorioso el pasado verano, que le había llevado a ganar los dos últimos Grand Slam, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos, y los dos últimos Masters 1.000, Cincinnati y Shangai.
Su última derrota databa de agosto, en octavos de final de Toronto, ante el griego Stefanos Tsitsipas.
En París, el serbio de 31 años completó una racha de 30 set consecutivos, que solo se rompió cuando perdió uno frente al croata Marin Cilic en cuartos de final.
Le quedará la satisfacción de la obra maestra que firmó en semifinales contra Federer, que posiblemente le pasó factura física contra Khachanov.
En la final su nivel descendió, en parte por la descarada potencia de su rival, pero Djokovic fue una caricatura del tenista sólido y agresivo de la víspera contra el de Basilea.
Gesticulante y apagado, el serbio no paraba de sonar su nariz, mientras martilleaban los raquetazos de un Khachanov que no se apiadó de su rival.
El ruso necesitó una hora y 37 minutos para ganar su primera final de un Masters 1.000 ante el que es, sin duda, el tenista más en forma del momento.
En una temporada que comenzó como 45 del mundo y acabará como 11, llamando a las puertas de un "top 10" que puede ser su hábitat natural en los próximo años.
Esta temporada parece haberse desbloqueado su instinto ganador, que se escondía contra los grandes del circuito. En París ha vencido por vez primera a un "top 5", el alemán Alexander Zverev, pero también al estadounidense John Isner, a quien remontó dos bolas de partido, y al austríaco Dominic Thiem, finalista del último Roland Garros, además de al holandés Filip Krajinovic, finalista de la pasada edición de París.