El clásico rosarino del próximo sábado en Arroyito tendrá sentados en los bancos a dos técnicos que nunca dirigieron este partido en Primera y que incluso llevan muy poco tiempo al mando de Central y Newell's. Matías Lequi, todavía como interino canalla, asumió tras la renuncia de Miguel Russo y tuvo su primera prueba este lunes en la Plata. Sebastián Méndez, con más trayectoria, solo lleva cuatro fechas en la Lepra. Ambos defensores retirados, llegaron a jugar juntos en el Celta de Vigo de España y ahora se reencuentran, mucho tiempo después, como rivales en el Gigante.
Lequi, surgido de las inferiores canallas, arribó al Celta en la temporada 2005/06 tras haber jugado en Central, River, Atlético de Madrid y Lazio de Italia. Su primer año en el equipo gallego fue muy bueno, y el equipo celeste consiguió la clasificación para la Copa de la UEFA. Doce meses después, el club lo compró y firmó un contrato por cuatro años.
Méndez desembarcó en el Celta directamente desde Vélez, el equipo donde se formó y en el que deutó en Primera del fútbol argentino, y se quedó entre 2002 y 2006. Aunque jugó poco porque tenía mucha competencia con jugadores como Sergio, Berizzo, Cáceres, Contreras y el propio Lequi, es recordado con mucho cariño en Vigo por su profesionalismo.
Entre 2005 y 2006, los actuales técnicos de Central y Newell's fueron compañeros en España. Casi dos décadas después, volverán a compartir una cancha pero como rivales y entrenadores, nada menos que en el clásico de la ciudad.
“Soy un empleado del club, me tocó dirigir este partido y hoy no miro más allá. Voy a estar acá hasta que Gonzalo (Belloso) diga hasta acá”, respondió el interino auriazul cuando le preguntaron si se veía dirigiendo el partido del sábado en Arroyito, aunque tras la negativa de varios candidatos todo conduce a pensar que será el DT.
“De lo táctico simplemente los acompañé, intenté ordenarlos y hablar un poco del rival. Es toda de ellos. Les agradezco la predisposición que tuvieron después de lo que pasó (la salida de Miguel Ángel Russo) que fue lo más doloroso que pasó en mucho tiempo”, dijo sobre la victoria ante Gimnasia.
Por su parte, Méndez llega golpeado y con cuestionamientos por la goleada sufrida ante Estudiantes (4-1) en el Coloso. “Tenemos que levantar porque se viene un partido sumamente importante. Cuando perdés se pone todo en duda y lo entiendo. Tenemos que dar la cara y salir adelante”, reconoció.
Al técnico canalla nadie debe explicarle lo que representa el clásico de la ciudad porque lo vivió desde adentro montones de veces, en inferiores y en Primera. También en el banco, porque inició su carrera en las juveniles del club y llegó hasra la reserva. Será diferente para el leproso, que nunca participó de un derby rosarino.
Un clásico casi desnaturalizado por el contexto también marcará el reencuentro de dos excompañeros. Con realidades distintas pero necesidades parecidas. Más allá de los presentes y objetivos de cada equipo, los dos saben que este partido puede dejar secuelas.