Marcelo Sebastián Martínez, primo del referente de la barra brava de Rosario Central Martín Leopoldo “Pitito” Martínez, quedó detenido por el plazo máximo tras haber sido imputado este martes acusado de robar y ocultar el teléfono celular del barra Daniel “Rana” Attardo luego de que éste fuera asesinado junto con Andrés “Pillín” Bracamonte, la noche del pasado 9 de noviembre cerca del Gigante de Arroyito. 

La fiscal Georgina Pairola, en suplencia de Alejandro Ferlazzo, afirmó que los primos sustrajeron el celular marca Xiaomi de la Chevrolet S10 de Attardo, cuando la camioneta estaba en la rampa del Hospital Centenario, donde tanto “Rana” como Bracamonte llegaron sin vida tras haber sido acribillados en Avellaneda al 700 bis.

El teléfono estaba dentro de una campera marca gris, y los primos Martínez también sustrajeron una riñonera con llaves personales y cadenas de oro propiedad de Attardo, dijo la Fiscalía.

De acuerdo con la investigación, Marcelo Martínez también brindó declaraciones falsas tanto a personal policial como en sede judicial. Por todo eso la Fiscalía le atribuyó encubrimiento y hurto agravados, y falso testimonio. La misma imputación que pesa sobre “Pitito”.

A su vez, la Fiscalía sostiene que –al igual que su primo– Marcelo Martínez realizó maniobras tendientes a entorpecer la investigación al dar una versión falsa del hecho cuando declaró la misma noche del doble crimen y al día siguiente en sede judicial. 

Para la acusación, Martínez se colocó “a distancia de la camioneta cuando comenzaron a disparar, siendo que al momento del hecho se encontraba hablando con Andrés Bracamonte apoyado en la ventanilla del lado del acompañante de la camioneta Chevrolet S10 en el momento en que un sujeto armado comenzó a disparar a ambas víctimas”, dijo la fiscal Pairola. 

La Fiscalía expuso además que el primo de “Pitito” sabía que en el celular de Attardo había “elementos probatorios de relevancia, por haber recibido el llamado para acudir a la esquina de Avellaneda y Reconquista en el momento en que lo hicieron”. También manifestó al personal policial que él no tenía teléfono celular, un dato luego constatado como falso. 

El juez de Primera Instancia Carlos Leiva dio por admitida la audiencia imputativa y dictó la prisión preventiva del acusado por 90 días.