Julio Zamora se recupera lentamente del accidente cerebro vascular que sufrió en noviembre pasado en Bolivia, mientras dirigía un partido de su equipo, Real Potosí. El ídolo de Newell's contó en Zapping Sport detalles de su rehabilitación y aseguró que se ilusiona con volver a dirigir.
"Estoy en recuperación en mi casa. Son trabajos con pesas para fortalecer cuerpo, las piernas, porque estuve mucho tiempo postrado. Estamos recuperando de a poquito, pero va bien", dijo el ex delantero y DT leproso en Radio 2.
Su situación económica se deterioró mucho por los gastos que demandó su tratamiento. Y su necesidad provocó la reacción de muchos conocidos del ambiente del fútbol, que lo ayudaron y siguen haciéndolo: "Estoy muy agardecido con toda la gente de Rosario", comentó.
"Por ejemplo, el Petaco Carbonari se portó de maravillas. En Argentina en general se han portado muy bien todos. Me llamó gente de River, la gente de Newell's ha hecho bonos. Muy agradecido", subrayó, al tiempo que fustigó a los dirigentes de Real Potosí, que ni siquiera lo contactaron para ver cómo está.
"De Real Potosí ni siquiera han llamado por teléfono para ver cómo estoy. Tenía contrato y cuando me sucedió, estábamos jugando un partido. Ellos sabrán por qué no me ayudaron ni me consultaron. Sólo sé que todos los dirigentes han renunciado. Y yo le había dicho a mi esposa que juicio no íbamos a hacer, pero no me queda otra. Ahora deberán afrontar las consecuencias", destacó.
Su futuro
"En lo inmediato, mi idea es quedarme acá en Bolivia. Allá en Rosario es medio complicado, porque tuvimos que vender nuestra casa. Nos tuvimos que deshacer de muchas cosas para poder juntar el dinero", señaló.
Los números son muy altos: "Hemos juntado casi la mitad para pagarle a los médicos, cerca de 15.000 dólares, y ahora me quedan por juntar otros 10.000. Por suerte teníamos algo ahorrado y cosas para vender".
Su relación con el fútbol continuará: "Ahora estamos abriendo una escuela de fútbol con la licencia permanente de Newell's para que nos hagamos cargo acá en Bolivia. Y los médicos me dijeron que cuando me recupere, haré vida normal. Ojalá pueda volver a dirigir".
Y cerró: "Cuando desperté, cuando empecé a reaccionar, a entender las cosas, pensé que sólo quiero estar al lado de mi familia. La vida continúa y tenía miedo de dejar a mi familia sola, sin saber qué iba a psar después. Ahora sólo pienso en salir de ésta".