Este domingo se registraron disturbios en el ingreso a la cancha de Rosario Central donde se disputó el clásico rosarino con Newell's. El club repudió el accionar policial pero desde el Ministerio de Seguridad desmintieron que haya habido un uso desmedido de la fuerza. Apuntaron al desequilibrio entre los 15 oficiales que intentaron contener a 1.500 hinchas que querían entrar a un estadio ya colapsado de gente. Con todo, anticiparon sanciones si se detectan policías que hayan actuado con saña.
En conferencia de prensa, el coordinador de Seguridad de Competencias Deportivas y Espectáculos Masivos de Santa Fe, Diego Maio, sostuvo que este domingo “la Policía no hizo represión sino (que activó) protocolo de retención de la gente para que no colapsen las tribunas” porque “había más gente habilitada para ingresar que la que tiene el estadio”.
“Había que hacer contención de la gente porque si ingresaba toda esa gente hubiéramos lamentado algo peor”, llamó la atención y propuso a modo de reflexión: “Pensemos qué hubiera pasado si en lugar de las 41 mil (personas que entraron a la cancha), entraban las 3 mil que estaban afuera”.
Además, apuntó al desequilibrio entre “un grupo de 15 efectivos” para “sostener” a “1.500 personas que están arrojando cosas”.
Con todo, advirtió que “si la Policía actuó mal, será sancionada como corresponde” y que por eso, esperan las imágenes de las cámaras de seguridad.
“Hay que dirimir responsabilidades más que culpables”, aseveró y aclaró que el operativo de seguridad se realiza en el marco del comité de crisis compuesto por la cartera de Seguridad, la Municipalidad y el propio club.
“Vamos a investigar muy fuerte, no sólo la posible falsificación de entradas, sino la venta de entradas de protocolo, lo que constituye un delito de estafa”, prometió.