El Eibar hizo historia ganando por primera vez al Real Madrid, y lo hizo de forma contundente (3-0), con una goleada más que merecida, ya que los visitantes, que pierden su primer partido con Santiago Solari como técnico, apenas inquietaron a Asier Riesgo, mientras que los armeros podrían haber marcado incluso más goles, si no llega a ser por Courtois.
Ambos equipos saltaron al campo con mucha intensidad, presionando al rival en campo contrario, si bien era el Eibar quien dominaba, tanto es así, que Kike García remató de volea a la cruceta en el minuto 2, para sorpresa de los madridistas, en una jugada que de haberse materializado, se hubiera convertido en uno de los goles de la jornada.
Eso sí, el Madrid anotó por mediación de Bale, aunque estaba en fuera de juego, en un comienzo trepidante que hacía difícil a los espectadores mantenerse sentados en sus asientos.
Los madridistas buscaban salir con velocidad tras robar el balón, y lo hacían tan rápido que caían en fuera de juego, aunque ni esa circunstancia hacía a los de Mendilibar retrasar su defensa.
En una de esas, Benzema tuvo la ocasión de adelantar a los suyos, tras pase de Asensio, aunque Cote logró salvar bajo palos la gran jugada del francés, que había logrado deshacerse de Riesgo con una magistral maniobra.
Y todo ello antes del primer cuarto de hora, con un ritmo que se preveía insostenible para 90 minutos de juego.
Kike García volvió a tener el primer gol, en este caso en su cabeza, después de una jugada ensayada tras un saque de esquina, pero el testarazo no encontró portería.
Poco después, el Eibar logró marcar, si bien hubo que espera al VAR para la decisión final, en la que los armeros pudieron celebrar un tanto que llegó, curiosamente, como consecuencia de un contragolpe perfectamente llevado por Cucurella y culminado por el argentino Gonzalo Escalante, surgido en Boca.
Era la primera vez que Solari se veía por debajo en el marcador desde que se sienta en el banquillo merengue, y quedaba esperar conocer la reacción de su equipo en esa situación inédita hasta ese momento.
Cucurella era una pesadilla para Odriozola, que se veía poco ayudado por Bale en su trabajo defensivo.
Lejos de retroceder tras marcar, el Eibar siguió exactamente igual, obligando incluso al Madrid a jugar en largo buscando la cabeza de un desaparecido Bale, en vista de que ni Kroos ni Modric entraban en juego en la creación.
Pasada la media hora, Bale tuvo la ocasión de marcar con una falta muy cercana al área, pero Riesgo estuvo listo para despejar el balón muy cerca del palo derecho de su portería.
Se llegó al descanso, con una merecida ventaja para los locales y con un Madrid que tenía que apelar a la técnica y la calidad de los suyos para remontar el partido.
El Eibar seguía teniendo clara su idea en los primeros minutos de la reanudación, con una presión asfixiante e intentando que los centrocampistas blancos no tuvieran el balón en su poder.
De hecho, Enrich tuvo la primera ocasión a centro de Cucurella, pero su forzado remate se marchó fuera de la portería de Courtois.
Solari puso a calentar a Isco y Vinicius muy pronto, en vista de que las cosas seguían igual que en la primera parte del encuentro.
Y llegó lo que parecía inevitable, el segundo gol armero, marcado por Enrich de tiro cruzado después de otra gran jugada de Cucurella, que luchó y robó el balón en la frontal del área.
Por si las circunstancias no fueran suficientemente graves para los blancos, Odriozola se lesionó en la jugada del gol y tuvo que entrar Carvajal en el minuto 53.
Tras el gol de Enrich, el Real Madrid dio un paso adelante, aunque los de Mendilibar no se echaron atrás, y así llegó el tercero del Eibar, con gol de Kike García tras un nuevo pase de Cucurrella, el mejor del partido sin ninguna duda hasta ese momento.
El Eibar trataba de frenar el partido con posesiones más largas ante un Madrid totalmente impotente ante el ímpetu armero.
De hecho, si no llega a ser por Courtois, Orellana hubiera firmado el cuatro en el 62, después de un monumental caño a Ceballos que le dejó mano a mano con el guardameta blanco.
Tal era la superioridad local, que Solari sentó a Modric para dar entrada a Isco, buscando tal vez la genialidad en vista de que no podía romper la defensa eibarresa de otra manera.
El Eibar, con su perseverancia e intensidad, seguía buscando el cuarto tanto, como si los papeles históricos se hubieran cambiado por un día.
Durante algunos minutos, el Madrid quiso tirar de orgullo, y tuvo alguna aproximación, aunque sin demasiado peligro para Riesgo.
Pero Courtois volvió a salvar al Real Madrid del cuarto tanto, tras despejar un disparo de Charles.
El Eibar buscaba otro gol como si fuese perdiendo, ante un equipo que parecía estar ya pensando en la Champions y queriendo olvidar la pesadilla futbolística que estaba viviendo en su quinta comparecencia en Ipurua.