La historia de Alex Arce es digna de una película. El delantero de Independiente Rivadavia tiene 20 goles en 21 partidos, registro que lo convierte en el máximo artillero de todas las categorías del fútbol argentino. El paraguayo de 28 años es la figura del puntero de la zona B de la Primera Nacional, dirigido por el ex Newell’s Alfredo Berti, pero antes de romperla en el equipo mendocino estuvo a punto de dejar el fútbol, bajó hasta una liga amateur guaraní y fue vendedor ambulante en épocas de pandemia y cuarentena. 

Formado en las inferiores de Cerro Porteño de Paraguay, a fines de 2018 sufrió una de las grandes frustraciones de su vida: sin continuidad y después de padecer la rotura de los ligamentos cruzados de una rodilla, quedó libre y tuvo que buscar nuevo club. Recaló en Rubio Ñu, que competía en la División Intermedia –la segunda categoría del fútbol paraguayo–, y convirtió siete goles, aunque alternó entre ser titular y suplente. Allí tampoco encontró su lugar. 

Así fue como inició una carrera por el ascenso paraguayo en equipos como el Sud América o el Libertad Veniloma de la liga de Carapeguá, su tierra natal en el departamento de Paraguarí, ubicado al sur de Asunción y a unos 230 kilómetros de Formosa. “Estaba jugando en ligas, pensé incluso en dejar el fútbol”, confesó en una entrevista al programa radial Cardinal Deportivo hace un tiempo.

“Si bien el torneo no es profesional, se vuelve muy competitivo porque la mayoría de los equipos se refuerzan con cinco o seis jugadores de la segunda división. Cuando terminan los campeonatos en la APF (Asociación Paraguaya de Fútbol), los jugadores que no tienen un buen ingreso, se buscan uno ahí. Él fue porque la cancha de Libertad quedaba cerca de su casa, es lugareño”, revela Humberto García, uno de los entrenadores que lo enfrentó en aquella competición y luego lo llevaría a Sportivo Ameliano, en declaraciones a TyCSports.com.

El equipo del mencionado entrenador enfrentó a Arce en las semifinales de una liga amateur de Paraguay, a fines de 2019. El club del delantero se llevó la victoria ante Mariscal López, que era dirigido por García, quien ese mismo año había conseguido el ascenso a la segunda categoría con Sportivo Ameliano tras obtener el título de la Primera División B.

Las virtudes de Arce que llamaron la atención aquella vez son las mismas que deslumbran a todos los seguidores de la Primera Nacional porque, además de sus goles, se destaca por patear desde afuera del área con ambas piernas, ejecutar tiros libres, gambetear en velocidad y, como si no bastara, sus 187 centímetros y fuerza en el salto hicieron que le agregara un peligroso juego aéreo. 

Sin embargo, la llegada de la pandemia de coronavirus, en marzo de 2020, le cambió la vida por completo y lo tomó en un momento de incertidumbre y pocas perspectivas a futuro, aún sin asentarse económicamente como futbolista.
Con las competencias suspendidas, trabajó como macatero, como le dicen en Paraguay a los vendedores ambulantes. Un amigo lo ayudó y empezó a ofrecer frazadas y hamacas que hacía su abuelo para poder vivir. En ese momento, su vínculo con el fútbol profesional parecía cosa del pasado. 

Tras la reanudación de los torneos y la salida de la pandemia, en 2021 Humberto García regresó a Sportivo Ameliano con el objetivo de llevarlo a la máxima categoría por primera vez en la historia y decidió incorporar a ese delantero que lo había enamorado un año antes en la liga amateur. 

Así fue como Arce se sumó al conjunto de Asunción. En esa temporada anotó 24 tantos y fue clave para que su equipo lograra ascender tras finalizar en la cuarta posición y vencer a Sportivo Luqueño en la promoción. En la primera división de Paraguay continuó su gran nivel y acumuló diez goles.

Arce busca el ascenso a Primera con la Lepra mendocina.

“Su paso por el club fue bastante exitoso porque en la División Intermedia rindió muy bien y ya en Primera conquistó la Copa de Paraguay en 2022 frente a Nacional y la Supercopa frente a Olimpia”, añade García.

En total, con “La V Azulada” disputó 66 partidos, convirtió 36 goles y repartió 3 asistencias.

Sus goles llamaron la atención en Argentina, más precisamente en Mendoza, cuando el presidente de Independiente Rivadavia y empresario de medios, Daniel Vila, recibió un extenso video con un compilado de sus anotaciones y mejores jugadas. Fueron suficiente para convencerlo y el club de la Primera Nacional lo sumó a cambio de 400 mil dólares en el verano de este año.

En una entrevista con Canal 7 de Mendoza, el dueño del Grupo América reveló que el presidente de Sportivo Ameliano les tenía desconfianza a los argentinos porque tenían fama de "no pagar".

“Yo le aseguraba que le iba a pagar, con garantías. Entonces llamé a algunos amigos, a Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, para que le diera referencias a este señor que sí les vamos a pagar. Se me ocurrió llamar al presidente electo de Paraguay (Santiago Peña), que lo conozco y somos relativamente amigos, pidiéndole que intercediera. Cerramos el pase un jueves y el martes siguiente ya cobraron. Luego me dijo: ‘No todos los argentinos son iguales'”, contó Vila.

El resto de la historia es un poco más conocida. Arce lleva 20 goles en 21 partidos y su perseguidor más cercano es Lucas González, de Deportivo Madryn, con 13. Solo para tener de referencia, los goleadores de la Liga Profesional, Pablo Vegetti de Belgrano y Michael Santos de Talleres, llevan 13 cada uno.

Ahora, el sueño del goleador es hacerle una casa a su mamá. “Siempre dije que tenía que agradecerle de alguna forma a mi mamá (Mirian Barrios), y por eso voy a seguir insistiendo. Quiero seguir haciendo más goles y más adelante si me sale una transferencia importante va a ser una bendición muy grande para mí”, contó al diario Crónica de Paraguay.