Un salvaje asalto armado con la modalidad piraña, pero con todos los delincuentes motorizados, sufrió este miércoles por la tarde en Alem y Ayolas un joven motociclista que terminó con tres disparos en sus piernas. Había total conmoción entre comerciantes y vecinos que presenciaron el hecho.
Todo ocurrió cerca de las 18.30, todavía a plena luz del día, cuando un chico de unos 25 años frenó en el semáforo del mencionado cruce y lo interceptaron entre cuatro y cinco rodados con motochorros que lo amenazaron con armas para robarle la moto, informó Telenoche (El Tres).
Como el joven intentó evadirlos subiendo a la vereda, los atacantes comenzaron a dispararle. Se registraron entre siete y diez tiros, tres de los cuales le impactaron en miembros inferiores. Como cayó arriba de su vehículo, no se lo pudieron sacar. Pero le robaron pañales y leche que la víctima acababa de comprar para su pequeña hija.
El motociclista asaltado estaba conciente y fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) por las heridas de bala.
“Fue espeluznante”
Se trata de una zona muy comercial y concurrida en el momento del hecho. Un carnicero de la esquina fue testigo a pocos metros del brutal ataque. “Vi cómo le disparaban uno de cada lado con una saña terrible, y tengo mis hijos adentro. Fue espeluznante”, expresó desde el móvil de Telenoche.
“Fue tirarse al piso, querer ayudarlo, la impotencia, los vecinos gritando... No se llevaron la moto porque él cayó arriba. Le robaron la leche y los pañales que llevaba para la hija. No sabés cómo tomarlo”, añadió el comerciante.
Y continuó: “No es la primera vez que hay una balacera acá. Esto marca la impunidad y lo solos que estamos. No pasa un solo patrullero, a los 40 minutos recién cayeron dos policías motorizados”.
Sobre el joven asaltado, el testigo contó tenía ropa de trabajo y que se dirigía hacia su domicilio luego de hacer compras. “Los familiares son clientes del negocio, gente de trabajo”, agregó.
Y aprovechó para denunciar: “Anoche robaron un perro en la esquina, también vaciaron una casa a una cuadra, a nosotros nos afanaron toda la luminaria del negocio, lo mismo que a otros negocios. Nos quedamos sin patrullaje nocturno. ¿A dónde van nuestros impuestos? En el barrio somos todos gente de trabajo y estamos solos”.