Los focos de fuego en las islas se triplicaron la primera semana de agosto. Se registraron 1.415 mientras que la última de julio habían sido 534. Solo el viernes 5 se contaron 396 puntos rojos. Los datos relevados por el Museo de Ciencias Naturales Antonio Scasso, en base a imágenes satelitales, confirman una constante de los últimos años: agosto es el peor mes de incendios en el humedal (y todavía faltan transcurrir dos tercios).
El acumulado en el año aún está lejos de los 40 mil focos detectados en 2020. Este 2022 suma 7.851, la mayoría se dio en las últimas semanas y en el verano. Enero, febrero, junio y julio superaron el promedio.
Según el último informe del Museo Scasso de San Nicolás, los puntos de calor estuvieron distribuidos en el Delta pero se destacaron "grupos muy densos frente a Rosario, San Nicolás, ele eje Gualeguay-San Pedro y desde Baradero al sur".
La estimación preliminar del área quemada en todo el Piecas en lo que va del año asciende a 110 mil hectáreas del total de 2,3 millones. Casi el 5% del Delta del Paraná fue afectado solo este año, que es menor a lo arrasado en 2021 y sobre todo en 2020.
El biólogo y director del museo, Jorge Liotta, señaló a Rosario3 que hubo diferencias en las áreas quemadas. En 2020 frente al Gran Rosario hubo un nucleo duro de fuego mientras que en 2021 descendió más al sur de las Lechiguanas.
El año pasado, los 14.722 focos registrados afectaron a unas 208 mil hectáreas (9% del Delta). En 2020, los puntos de calor fueron 39.552 (equivalente a unas 550 mil has).
Los datos confirman lo que anticipó Rosario3 en la serie de podcast sobre los incendios en las islas y la necesidad de tomar medidas urgentes: las estadísticas avisan que agosto es la pesadilla del fuego y el humo. Solo en ese mes de 2020 hubo 15.800 focos en el Delta del Paraná, una cifra similar a la suma de los ocho años anteriores.
Infografía de Rosario3 sobre el año 2020.
¿Por qué tantos en invierno? Aunque hay productores que niegan la existencia de esa práctica y afirman que prender fuego daña el campo y su actividad (escuchar por ejemplo a Enrique Goset), la quema de pastizales es una conducta histórica en ese territorio. Hasta existe un manual del Inta de cómo hacerlo.
En 2008 un propietario de campo mostró a este medio cómo prendía fuego antes de que llegaran las lluvias de la primavera y pueda así germinar el verde sobre las zonas secas (que es la comida del ganado). También lo hacía para “limpiar el campo” en zonas inaccesibles, donde proliferan ratas y víboras.
Liotta coincidió con ese doble escenario y dijo que los puesteros que se dedican a la ganadería juran que no les conviene quemar las pocas pasturas que quedan en junio y julio. Distinto es para un isleño o pescador que tiene cinco chanchos y usa el fuego porque no puede encontrar o acceder a donde están sus animales por los pajonales altos. De nuevo, la denominada limpieza.
Pueden existir (y existen) otras causas (cazadores furtivos) pero aún la Justicia no dio las explicaciones que faltan (si hay por ejemplo especuladores inmobiliarios). El problema de fondo radica en la crisis ambiental que se agudizó estos tres años: la sequía y la extrema bajante del Paraná. El humedal se quedó sin los arroyos y lagunas que hacen de cortafuegos naturales.
Por el cambio climático esos fenómenos extremos pueden extenderse más de lo normal. Por eso, una de las alternativas que surgió de las charlas con un productor, un investigador de la UNR, un ambientalista y dos diputados fue realizar cortafuegos artificiales y con control estatal, algo que Entre Ríos dice haber iniciado este año.
Sobre el mapa y la infografía
El relevamiento del Museo Scasso se construye con información del satélite Viirs de la Nasa sobre el territorio del Piecas Delta del Paraná.
El estudio que encabeza el biólogo Jorge Liotta es sobre “focos de calor” cada 375 metros (que perciben los sensores). Un incendio puede implicar decenas de focos. Incluso puede continuar más de un día y moverse. Por eso no hay que confundir “focos” con “incendios”, concepto que es más amplio y difícil de mensurar.
Más información en el Monitoreo de incendios del Museo de San Nicolás.
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